El milagro de Ana Sullivan

13 diciembre, 20h.

The miracle worker
EE.UU., 1962, 103 min., B/N
Dirigida por Arthur Penn

Interpretada por Anne Bancroft, Patty Duke, Andrew Prine, Inga Swenson
Guión
de William Gibson (también de la versión teatral)
Música: Laurence Rosenthal
Fotografía: Ernesto Caparros


Calificación: todos los públicos


ARGUMENTO:


Una joven maestra especializada en la enseñanza de sordomudos se empeña en recuperar un caso desesperado: la pequeña Hellen Keller, ciega, sorda y muda. Para ello se tendrá que enfrentar a la inteligencia de la niña, a su naturaleza violenta y a unos padres sobreprotectores.



DATOS DE INTERÉS:

- Se basa en la historia real de Hellen Keller y Anne Sullivan. Hellen Keller se convirtió en una famosa escritora, aprendió a leer en más de 3 idiomas el sistema Braille y se graduó de una prestigiosa universidad; además Helen y Ana vivieron juntas por más de 47 años.

- La obra ya fue representada antes con éxito en Broadway (1959), con Penn en la dirección y Bancroft y Duke en los papeles principales. Y antes (1956) se emitió una versión para la televisión.

- Las dos actrices protagonistas se llevaron ambas el Oscar de la Academia (actriz principal y actriz secundaria).



SUGERENCIAS PARA EL DEBATE:

- La película contrapone dos modelos educativos respecto a alumnos que presentan algún tipo de dificultad de aprendizaje y además de esto conductas disruptivas graves.

- La primera medida educativa que adopta la maestra es alejar a la niña del entorno familiar.

- Observa la impotencia de Hellen ante su necesidad apasionada de comunicarse y no poder hacerlo. Cuando lo hace se abre un mundo para ella y responde con generosidad. Cuando no puede, reacciona con reclamos violentos hacia sus padres y educadores.

- ¿Qué estrategias utiliza Ana para educar a Helen?

- ¿De qué manera hace uso en ocasiones de su autoridad?

- ¿De qué manera creen ayudar los padres a su hija?

- Observa las conductas de la niña a lo largo de la película. ¿Qué crees que provoca el cambio de actitud en ella? ¿Cómo la motiva o provoca su curiosidad la maestra?

- ¿Cuál es la relación de los padres con la maestra?

- Analiza los clichés, estereotipos e inercias que impiden el aprendizaje y la socialización de la niña: ideas preconcebidas, proteccionismo, refuerzos negativos, pesimismo, etc.

- Observa al personaje del hermano mayor de Helen. Representa la normalidad frente a su hermana. ¿Cómo se comportan los padres con él?



WEBS DE APOYO:

- Cine y discapacidad: web completísima sobre este tema. Incluye otras temáticas esenciales y sugerencias para debatir y reflexionar.
- Películas y discapacidades: listado de películas que abordan diversas discapacidades.
- Guía de películas: fichas de películas con temática similar.
- Audiocomentario sobre Hellen Keller.
- Lengua de signos: web con diccionario, traductor y ejercicios.
- Documental El país de los sordos, de Nicolas Philibert.


OTRAS PELÍCULAS:
(que abordan el proceso de enseñanza-aprendizaje, o la relación profesor-alumno)

- El pequeño salvaje, F. Truffaut (1969)
-
Educando a Rita, L. Gilbert (1983)
- Lecciones inolvidables, R. Menéndez (1988)
- El club de los poetas muertos, P. Weir (1989)
-
El indomable Will Hunting, Gus Van Sant (1997)
- Educando a J., C. Lahti (2001)
- Descubriendo a Forrester, Gus Van Sant (2000)


MATERIAL AUDIOVISUAL:

(se recomienda no ver los vídeos sin haber visto antes la película)



Escena (aprendiendo)



Escena del comedor

96 comentarios:

Anónimo dijo...

En la película tiene exceso protagonismo la maestra de la niña en la educació de la misma. Deberían implicarse más los padres y adoptar las conductas adecuadas para educar a su hija en colaboración con la maestra.
La película plantea uno de los problemas de la educación actual y es la no implicación de los padres en el proceso de educación de sus hijos y sobreprotegerlos demasiado no poniéndoles limites a sus deseos. En la pelicula queda demostrado que los padres deben confiar en la profesionalidad de la maestra y no interponerse.
También plantea el problema de la compasión con los alumnos con deficiencias.Hay que partir del hecho de que poseen unas posibilidades y exigirles en medida a tales capacidades.
Firma del comentario
Montaña Rojo Romero

Anónimo dijo...

Me gustaría dejar claro que mi análisis se dividirá en dos aspectos bien diferenciados. Por un lado el análisis puramente técnico de la película y por otro, el relacionado con el tema tratado.
En cuanto al tema, cabría decir que es una visión interante de la educación en una situación extrema como la que narra la película. Sobre todo en aspectos como la confrontación entre padres y educadora (uno de los caballos de batalla en la educación a cualquier nivel, ayer, hoy y siempre).
En cuanto al apartado técnico habría que mencionar por encima de todo la austeridad de la película acentuada especialmente en los momentos de más dramatismo mediante planos muy elaborados y movimientos de cámara que crean en ocasiones situaciones muy incómodas para el espectador y atmósferas cercanas incluso al cine de terror (favorecidas por la megistral interpretación de Patty Duke-Helen).
Podríamos definir la película como un drama definido por gestos.

Anónimo dijo...

ElSalvador : JOSÉ MANUEL GONZÁLEZ MUÑOZ

Anónimo dijo...

La verdad es que la película me sorprendió gratamente por dos cosas fundamentalmente. La primera, los aspectos relacionados con lo estrictamente educativo que aparece en la película.
El método que emplea Ana, basado fundamentalmente en la insistencia y en la observación , por este orden, parece sacado de los métodos de enseñanza de la época donde Pavlov y sus perros dominaban gracias al ensayo error y la repetición. La película parece ser la vía cinemátográfica o de masas para justificar o intentar demostrar la validez de tales métodos de enseñanza y su aplicación en las aulas.Aparte de su crueldad en algunos casos o más bien su supuesta crueldad, posiblemente fuera la única vía de hacer que la niña pudiera ponerse en contacto realmente con el mundo que la rodeaba. Ciega, sorda y muda... un cuadro, vamos.
Por otro lado, considero que en la película aparece también reflejado el orden establecido dentro de la sociedad americana del momento ( aunque bien es cierto que la ambientación es histórica, claro está. Esa criada negrita diciendo:
"Señorita, deme el niño que yo lo cuido", con el inconfundible acento de los criados y sirvientes de los estados del sur. Junto a ello, otro aspecto fundamental: la familia vive en su finca, alejada del pueblo y de la civilización...otro guiño más para dar coherencia y sentido al conjunto...
Inadaptación, falta de medios, sobreprotección de los padres, vida en un mundo hostil, compasión... y de otro lado, la perseverancia, el sacrificio, la entrega, la lucha y dedicación, las supuestas ganas de aprender...Traduzco, aunque creo que no es necesario...¿podría entenderse el curso como un alegato encubierto de la Consejería pàra que nos esforcemos en atender y educar a esos "pobres" niños que deseosos de educación se muestran, sin embargo como brutillos o incomprendidos, y por ello tiran cosas, contestan, te pegan,... ante la falta de dedicación y esfuerzo por parte del profesorado?
No creo que esto sea así, ¡dónde va usté a parar, faltaría más hombre!...El cine merece que vayamos a disfrutar y a reflexionar sobre muchas cosas. A relajarnos y a formarnos, pero no a que también , en nuestro tiempo libre pensemos en ellos. ¿O quizá sí?
Firma: José Muñiz

María M. P. dijo...

Esta película no la había vuelto a ver desde mi infancia y en aquella ocasión me impresionó, pero no supe observar y captar la perspectiva y el mensaje que transmite hasta volverla a ver de nuevo.

Este tipo de películas nos hace reflexionar sobre la actitud de los padres actuales hacia la educación, quizás en parte debido a la sociedad que les hace moverse en esa ola de permisividad y consentimiento, que en nada favorece a los hijos.

Realmente esta obra debería mostrarse en las actividades que se realicen a través de las AMPAS, (ciclos de cine, escuelas de padres, etc), simplemente para hacer ver que un "no" a tiempo a los hijos es, a la larga, un beneficio para ellos, aunque sea lo más difícil de hacer en un momento determinado.

Esta película lo demuestra en un caso duro y muy especial de persona, en la que la "maestra" hace caso omiso a sus condiciones particulares y no muestra en ningún momento esa terrible compasión a la que sus padres hacen, más de una vez, alusión y que en nada ha favorecido a su educación anterior.

En definitiva una gran obra.

Saludos

M. del Mar Paredes Maña

Anónimo dijo...

Sin duda una película sorprendente que me ha impactado las veces que la he visto.
Para mí, se entrelazan tres mundos, por una parte el entorno de Hellen, su familia, que la superprotege pensando que es la mejor manera de compensarla de su minusvalía física hasta el punto de haber dejado que se convierta en una "pequeña salvaje" guiada por el instinto y el capricho.
En el otro extremo, una maestra que, habiendo sufrido en "propia carne" las dificultades para alcanzar una meta en la vida, aborda su trabajo con severidad y firmeza, no exenta de cariño. Siguiendo métodos que los demás no comprenden, por el trato a veces duro hacia la "pequeña infeliz", consigue finalmente que su alumna penetre en el corazón del lenguaje y de las palabras.
Y, en medio de todos, está Hellen, metida en su mundo de silencio e incomunicación, cuya relación con el exterior es "a patadas" y a golpe de caprichos hasta que, a pesar de su resistencia inicial, es capaz de comunicarse, descubre el lenguaje.
Dos ideas: la "sobreprotección" durante la niñez es contraproducente y "disciplina" y "cariño" no están reñidos a la hora de "educar-enseñar"
Firmado Mª Jesús Penco

Anónimo dijo...

me han gustado mucho los comentarios de los compañeros, y me han recordado las sensaciones que tuve viendo la película. Algunas eran tan contradictorias que me hacían sonreir con escenas un poco amargas, como cuando la profesora y la niña están "luchando" en la mesa, por la comida.
Intentaba, todo el tiempo, ponerme en el lugar de ambas, y no sabría decir cual de las dos me resultaba más angustiante. Pensaba, todo el tiempo, que en un caso tan extremo quizás hubiera tirado la toalla muy al principio.
Por suerte, la película tiene un final feliz, aparentemente para todos. Mi experiencia con niños de educación especial es que los profesores debemos tener una formación sólida y específica, y que no basta con tener buena voluntad y paciencia. Lo que Ana Sullivan consigue en pocas semanas, en la vida real se puede prolongar facilmente hasta años.

saludos,
elena torres bautista

Anónimo dijo...

Me emocionó la película. La había visto hace muchos años pero no la recordaba por el título.Aunque es muy austera resulta a veces impactante.La actriz que interpreta a Hellen hace un trabajo excelente, a pesar de la enorme dificultad del mismo.El contexto histórico está muy cuidado y nos muestra que las secuelas de la guerra de secesión americana perduran en el tiempo. La película muestra cómo el exceso de protección es uno de los pricipales problemas a la hora de educar a niños con discapacidades. La dificultad estriba en conseguir un equilibrio entre la disciplina y el cariño que estos niños necesitan. Por otra parte la película también nos muestra que no basta la buena voluntad sino que son necesarios los conocimientos de personas expertas en las distintas discapacidades para lograr resultados, aunque sean lentos y poco apreciables. Por otra parte,en la película se puede observar un problema que sufrimos diariamente en nuestras aulas: niños sobreprotegidos, y consentidos, a los que los padres son incapaces de negar nada y que terminan por convertirse en auténticos tiranos. En fin , que la humanidad y la educación evolucionan , que surgen nuevas problemáticas, pero lo cierto es que muchos problemas parecen perdurar en el tiempo. Hasta la próxima película. Felices fiestas para los que las celebréis y para los demás os deseo un merecido descanso.Eustaquio Morgado Corchado.

Anónimo dijo...

Ante todo, mi felicitación a los impulsores de este curso de cine y educación. Puede ser una buena iniciativa para compensar la merma de salas de cine que se viene produciendo en nuestra ciudad.
Creo que la película plantea el tema de la educación desde tres ámbitos: la familia, el profesional y el propio alumno.
La familia representa la permisividad con Hellen, la compasión ante su discapacidad y el amor ciego que le brindan sus padres.
La educadora, Ana, consciente de esta realidad, se esfuerza constantemente en marcar unas pautas fijas de comportamiento para Hellen. A pesar de las dificultades que encuentra constantemente persiste en su método, el objetivo lo tiene muy claro.
Y por último, Hellen, ciega, sorda y muda; que se muestra agresiva, con rabietas ante la incapacidad de poder comunicarse. Y es así como llama la atención de sus familiares.
El visionado de esta película nos hace reflexionar sobre la falta de implicación de la familia en el proceso educativo y de cómo éste se convierte en una tarea de titanes.Por otro lado, nos sirve a los educadores para no ceder a los caprichosos deseos de algunos de nuestros alumnos.
En la filosofía de la educadora subyace la idea de la participación activa de su alumna en todos los aspectos de la vida frente a la adaptación a la que Hellen estaba acostumbrada. Es por tanto un alegato a la Igualdad de Oportunidades en la educación.
Gracias a los compañeros por sus interesantes comentarios.
¡FELICES FIESTAS!

Firma del comentario
Dulce Maria Pardo

Anónimo dijo...

El milagro de Ana Sullivan subraya la fe y la confianza de la maestra en su trabajo a pesar de que su esfuerzo prácticamente no se vea recompensado hasta el final de la película, quizás lo tuviera así dispuesto en su programación.
Asimismo quiero destacar el papel contemplativo de los padres, máximos responasables, por ignorancia , de la situación en la que se encuentra Hellen, pero, a la vez, trasladan con cierta cautela la responsabilidad de la educación a una profesional, aunque, por supuesto, criticando sus métodos.
En definitiva se nos presenta en esta película un trabajo vocacional de alto riesgo, cuestionado y mal pagado. ¿Os suena?

Cine en las aulas: dijo...

Gracias por tu aportación, "amsiru". Si eres un profesor inscrito, te ruego nos indiques tu nombre y apellidos. Si no, bienvenido al Ciclo y más veces que te veamos.

Por cierto, esperamos vuestras apotaciones en el FORO.

Feliz Navidad

Anónimo dijo...

COmentario: El Milagro de Ana Sullivan"
"¡ Si yo pudiera sedenterrarte el alma!"
"Dame una palabra y te entregaré el mundo".
En estas frases, pronunciadas por ana,se resume de forma genial el contenido de este drama.
Los sentidos son el primer peldaño para poder acceder al conocimiento; Santo tomás,siguiendo a Aristóteles, decía: "nada hay en el entendimiento que antes no halla pasado por los sentidos".
El aprendizaje comienza en la familia, primer agente socializador,Hellen carece de este primer agente y su comportamiento es instintivo. Instinto frente e razón.
Con la llegada de Ana, entra en juego el segundo agente socializador, la escuela, en la película el único. A partir de aquí, comienzan a aparecer en la vida de Hellen la disciplina,la constancia y el amor; elementos fundamentales para que el proceso educativo pueda llevarse a cabo.
Comienza a actuar de forma mecánica,estímulo-respuesta(conductismo);
aprende normas,pero aprender no significa conocer la "esencia de las cosas";a pesar de su inteligencia no reconocelo que experimenta de la realidad.
Para que se produzca el conocimiento se necesita el concepto, la palabra.Hellen no lo tiene.
Ana hace posible que la niña de ese salto cualitativo:pasar de lo que los sentidos nos dicen a la formación del concepto.
No sólo se toca el tema del aprendizaje, la educación, el lenguaje, la comunicación... aunque de forma más velada,pero crucial,se toca el tema de los "sentimientos".
No sólo se conoce a través de la inteligencia, sino que también conocemos a través de los sentimientos.(Hellen mo entiende las caricias)
Ese BESO de agradecimiento,al final de la película, como el AGUA que sale de la fuente.
Con ese BESO se ha desenterrado el alma.
Con el AGUA ha aprendido la realidada.

Piedad Jiménez Rivera.

Anónimo dijo...

Ya habia visto esta pelicula antes y lo que recordaba principalmente eran los enfrentamientos entre Anne,la profesora y el padre que no quiere cambios que incomoden su aparente y pacifica vida familiar.Los demas personajes, excepto la niña,adolen de la cierta falta de caracter.La madre,mucho mas joven que el padre,es demasiado compasiva y blanda,y no puede evitar mimar a la niña y la consiente en exceso.El hermano de Helen se comporta más como un niño que como un adulto debido en parte a que el padre lo trata como tal,no valora sus opiniones ni tampoco parece darle responsabilidades de acuerdo con su edad.La llegada de la profesora (como ultimo recurso)provoca rechazo al principio pero poco a poco empiezan a darse cuenta de sus propias carencias a la hora de educar a Helen y comprenden que tienen que confiar en ella y dejar la educacion de su hija en sus manos,y lo que es mas importante empiezan preocuparse mas de su educacion.
Helena Grajera

Anónimo dijo...

La película plantea un sentimiento de dolor por parte de los padres desde que se produce el nacimiento de Hellen, sentimiento que que marca su forma sobreprotectora de criarla apartándola de cualquier tipo de responsabilidad que pueda incorporarla realmente al mundo en el que vive.
Este sentimiento proviene de una falta de formación y de fe que sí tiene la maestra, además de un sentimiento de culpabilidad por haberle fallado a su hermano y de un espíritu de superación alimentado en circunstancias de discapacidad que tienen cierta similitud con las de la niña protagonista. Esta identificación entre los personajes sirve de apoyo al proceso instructivo, yo no diría educativo precisamente, en el que se implican la maestra y la alumna.
Los rasgos sociales negro/blanco, religioso con continuas alusiones y gestos, y político Norte/Sur junto con el tono "cómico" tratan de rebajar las escenas durísimas de un sistema de enseñanza violento y reiterativo en busca del nombre de las cosas y las sensaciones.
Firmado: Carmen Folgado Fernández

Anónimo dijo...

En la escena del comedor, Ana y Helen han iniciado el camino que las sacará de las tinieblas que son los otros, los compasivos , los lastimeros, los cuidadores del orfanato o los padres condescendientes.Y pese a la furia, a la rabia y a la fuerza de las dos, mientras todo se destruye, la jarra con agua de porcelana blanca, permanece intacta.
Agua que no desemboca, agua lorquiana es la que también está rodeando a la niña y a la maestra en su huida hacia la luz, el pensamiento,la vida, la palabra.

Anónimo dijo...

En la escena del comedor, Ana y Helen han iniciado el camino que las sacará de las tinieblas que son los otros, los compasivos , los lastimeros, los cuidadores del orfanato o los padres condescendientes.Y pese a la furia, a la rabia y a la fuerza de las dos, mientras todo se destruye, la jarra con agua de porcelana blanca, permanece intacta.
Agua que no desemboca, agua lorquiana es la que también está rodeando a la niña y a la maestra en su huida hacia la luz, el pensamiento,la vida, la palabra.
Firmado: Rosa Rodiño

diciembre 19, 2007

Anónimo dijo...

A parte del duelo interpretatativo desarrollado por las dos protagonistas, que ya de por sí justifica sobradamente, a mi entender, el visionado de la película, esta producción reune otros muchos ingredientes como para considerarla una auténtica obra de culto. El argumento, a sabiendas de que se trata de un hecho real, no carece por ello de originalidad en cuanto que el tratamiento que se ha hecho del mismo no ha cometido el error, como suele ocurrir con más frecuencia de lo que sería de desear, en interpretaciones sensibleras que, de cara a un público mayoritario, puedan obtener una interesante rentabilidad en taquilla.

Para mí, se trata de una clara manifestación del triunfo de la voluntad, el esfuerzo y el espíritu de superación de dos seres humanos, cada uno de elos con un enfoque inicial distinto de lo que, a la larga, se convierte en una vivencia común. La aplicación de una pautas de enseñanza, quizás un tanto rígidas en ocasiones, alcanza un resultado por el que ninguno de los protagonistas reales de la historia, a excepción de la propia Ana Sullivan, hubiera apostado jamás.

Para ello, será necesario proceder al desmontaje previo de lo que podríamos llamar una mala educación, plagada de lastimosos complejos de excesiva protección hacia un ser humano al que la vida y la fortuna, desde su primera infancia, habían tratado sin ninguna generosidad. La aparición providencial de Ana Sullivan dará un vuelco a la historia.

Un tratamiento del tema, en mi modesta opinión, directo y exquisito.

Fdo.:
Luis-Alonso Rubio Muñoz.

Anónimo dijo...

La película no la conocía. Me ha resultado interesante. Desde el punto de vista educativo creo que lo más sobresaliente es detectar la importancia de la educación individualizada para tratar de solucionar problemas graves de comportamiento por el motivo que sea. ¿Es importante invertir en educación?.Aunque el comportamiento violento de la niña no se observa, menos mal,con tanta intensidad, o al menos yo no me lo he encontrado en nuestras aulas, creo que es fundamental tratar de bajar la ratio de las clases para poder solucionar muchos de los problemas que tenemos en los centros de enseñanza.
Francisco Javier García Carrero

Unknown dijo...

Antes de pasar a comentar mi opinión sobre la película me gustaría destacar que era la primera vez que la veía y que me impresionó mucho desde el comienzo.

La película en sí creo que muestra una situación muy extrema en cuanto a los obstáculos que tiene Helen para poder comunicarse, presentando algunas escenas de una gran crudeza.

En cuanto el método utilizado por
Ana para lograr educarla creo que también presenta ciertas situaciones límites. Posiblemente debido a la falta total y absoluta de comunación de Helen con el mundo que la rodeaba.

Estoy de acuerdo en que el comportamiento de los padres ante la situación de su hija era muy negativo, imagino que en parte causado por la impotencia que les causaba el no poder hacer nada o el no saber como podían afrontar la situación y en parte por el cariño y la lástima que les causaba.

Creo que Ana consiguió en parte hacerles ver que Helen aunque tenía deficiencias también contaba una gran inteligencia y ansias por comunicarse y también por aprender.

La película ofrece gran cantidad de posibilidades para reflexionar ante situaciones que nos encontramos actualmente en los centros de enseñanza.

Rosalía Benítez.


Rosalía Benítez

Anónimo dijo...

La trama de la película me parece que tiene una fuerza especial hacia el proceso educativo y ante los numerosos impedimentos que se encontró la maestra y que enumeraré a continuación:
1ºUn ambiente desconocido al que tuvo que adaptarse.
2ºUna familia que no aceptaba la realidad de la niña y ante esto actuaban sobreprotegiéndola.
3ºUna niña acostumbrada a hacer lo que se le antojaba sin ninguna pauta, ni conducta social.

La actuación de la docente no creo que sea la más adecuada en cuanto al alto grado de agresividad utilizada; sin embargo la maestra tampoco tenía muchas más opciones ante la realidad que se encontró, consiguió llegar al fondo de las inquietudes y necesidades de la niña, aunque aislando a la niña de su entorno familiar.
Esta película refleja actuaciones que habitualmente nos encontramos en las aulas: niños/as rebeldes, familias sobreprotectoras, la no aceptación de problemas físicos o mentales de los hijos...
Nosotros como maestros debemos intentar llegar a nuestros alumnos sus inquietudes, necesidades, relidades familiares... y al mismo tiempo conseguir una implicación de las familias; pero realmente no es una tarea nada sencilla aunque es un gran reto profesional y social.
Mª del Mar Jiménez Lozano

Anónimo dijo...

amsiru se llama Ángel Manuel Silva Ruiz, y sí es un profesor que asiste al ciclo. Ésa es su identidad.

Anónimo dijo...

Para empezar me gustaria señalar la importancia que tiene para el profesorado ver este tipo de peliculas ya que amplia nuestra vision de la educacion desde un punto de vista diferente al que habitualmente estamos acostumbrados a hacerlo. en cuanto a la pelicula señalar que la profesora no solo tenia que solucionar un problema de una alumna que en este caso es de comunicacion, sino que ademas tenia que solucionar el problema de la relacion de la familia con la niña, ademas tenia que soportar las continuas aportaciones negativas de sus padres hacia el trabajo de la maestra, que ademas consideraba que era algo inutil. Me gusto mucho la actitud del hermano de la niña puesto que el si era mas realista e intentaba solucionar el problema con una solucion diferente a la opcion elegida por los padres, no creo que la compasion sea la mejor manera de educar a nadie. no obstante y no me quiero alargar mucho, considero que es fundamental analizar la metodologia que uso la maestra para solucionar aquella situacion, en primer lugar separo a la niña de sus padres, cosa que es fundamental porque todo lo que iba adelantando ella los padres lo estropeaban, y despues le creo la necesidad de comunicarse para poder obtener todo aquello que queria, ademas fue enseñandole palabras sin significado para ella, jugando y jugando, hasta que al final, bueno ya se vio como paso de un juego a su medio de comunicarse, de ahi la gran importancia de poder ofrecerle a nuestros niños las herramientos que necesitan para que ellos solos vayan aprendiendo y se vayan desarrollando en todos sus ambitos. considero que la pelicula, es bastante bueno y me ha gustado mucho. bueno ya me despido atentamente y os deseo unas felices fiestas en compañia de vuestros seres queridos

Anónimo dijo...

soy intertato, mi nombre es jose cayetano del hoyo molina, no se porque no aparece abajo como todos los demas

Anónimo dijo...

Ya suponíamos que hablaríamos de violencia y de sobreprotección, pero en las dos conductas encontramos debilidad.
La violencia de Hellen es su lenguaje porque ante su primera patada captaría toda la atención precisada. Por otra parte ¿Saben realmente los padres cómo actuar con su hija?
No creo que sean los comportamientos más adecuados, por supuesto, pero sí veo necesario atender a sus causas y actuar para modificarlas.
A mi modo de ver la maestra sí actua y utiliza el lenguaje de Hellen para hacerse entender cuando ha captado las aptitudes y necesidad de comunicación de la niña y además la separa de los refuerzos que la familia aplica a los comportamientos no adecuados de la hija.
Es seguro que hoy lo haríamos de otra forma, pero en aquel contexto, cuando lo que estaba en juego era enviarla al cajón de sastre del olvido, la actuación de Ana consiguió todo
Maribel Apostua Méndez

Anónimo dijo...

la primera vez que vi la película no me resultó nada violenta la actitud de la maestra.Supongo que tendría mucho que ver,que a menor escala,en el cole veía situaciones similares.Te daban a elegir:obedecer u obedecer.
En este último visionado,me ha resultado bastante violenta la escena del comedor.Cualquiera hoy en día intenta imponer su opinión, con el alumnado que tenemos.
Lola Molina.

Anónimo dijo...

Enhorabuena al CPR por este curso tan novedoso de Cine y Educación.

Maravilloso drama lleno de sentimiento y humanidad.
Impactante la actitud firme y severa de la maestra, llena de coraje y esperanza frente a una niña, Ana Sullivan,consentida y con exceso de protección por parte de sus padres, sin darse cuenta de su potencial de inteligencia.

Final feliz; através de la educación se hizo la luz.


Fdo.:
Mª Elisa Sánchez Piris.

Anónimo dijo...

Aunque había visto la película hacía mucho tiempo y me había resultado triste, dramática y poco más, he de reconocer que esta vez ha sido diferente.
Esteticamente no es nada especial o quizá sí para la época: blanco y negro, austeridad, secuencias largas que acentúan la crudeza y el dramatismo del tema...y cierta dosis de humor que sale de ese mismo drama.
Sin embargo en la temática creo que es una película completísima:
La tenacidad de una maestra ante la adversidad, la ilusión por demostrar que nada está perdido de principio y la satisfación de obtener resultados. Como Hellen dice en algún momento: "el dasaliento y la resignación", eso lo que hay que combatir y por lo que hay que pelear en casos como el de Anna.
Soberbia escena la del intento desesperado de hacerla comer del plato y enérgica y positiva decisión de alejar a la niña de sus padres superprotectores y confusos.
Aunque en muchísimos aspectos no se puede comparar esta enseñanza con la actual porque no vivimos en aquella sociedad,es muy curioso observar la vigencia de otros temas que aparecen en la película: violencia, padres más que protectores, y compasión e integración mal entendidas.
Firma del comentario
Pilar Merino Tinoco

Anónimo dijo...

Había visto parte la película y me ha gustado poder verla completa. En mi opinión y como ya he leido en algunos comentarios en la película la maestra interviene con la alumna al margen de la familia, aunque quizás ese sea sólo el comienzo y posteriormente si se podría intervenir con la familia. Se refleja además la dificultad para intervenir con la alumna cuando la familia mantiene unas actitudes nada favorables para la misma. Se plantéa no sólo la dificultad de enseñar a esta alumna si no también de actuar con la familia, aspecto de gran relevancia en nuestro trabajo diario.
Por otra parte también me llamó la atención la actitud de compasión y excesiva tolerancia con la niña, tan frecuente en casos de alumnos con necesidades y que como ocurre en la película, tanto les perjudica.
Un saludo.
María José Prudencio Pérez

Anónimo dijo...

Antes de nada debo decir que la película me impactó, pues no esperaba tanto contenido como luego encontré.
En el plano emocional hay varios momentos que sobrecogen. Como el comienzo, cuando los padres descubren que su hija no oye ni ve; o después, cuando la niña es incapaz de comunicarse (o más bien los demás con ella) seguro que más de uno sentimos la impotencia durante la película. Pero sentimos también saisfacción al ver cómo lograba aprender con su maestra. Además me gustaría resaltar por parte de ésta, la perseverancia, que muchos quisiéramos tener todos los días con nuestros alumnos; y cómo a pesar de las dificultades y de la poca colaboración de los padres, saca fuerzas y sigue trabajando.
Con respecto a este tema, parece que hay un paralelismo entre la película y nuestra realidad. La sobreprotección de los padres y la sociedad en general sobre "nuestros niños" hace que éstos actúen con violencia ante aquellos que intentan imponer normas en ellos. Asímismo, todos nos podemos sentir identificados cuando vemos que los padres no colaboran adecuadamente en la educación de la niña, resultando ser más bien una barrera.
En el plano del contexto socio-cultural se muestra perfectamente la actitud ante los discapacitados, prejuzgándolos negativamente. Se les trata como inútiles y salvajes. En este sentido hay que decir qe hemos avanzado bastante, aunque queda mucho por hacer.
Así pues, he de decir que la elección de la película ha sido muy buena, pues invita a la reflexión en cuatro planos esenciales: los padres, alumnos, educadores y la sociedad.

Anónimo dijo...

Antes de nada debo decir que la película me impactó, pues no esperaba tanto contenido como luego encontré.
En el plano emocional hay varios momentos que sobrecogen. Como el comienzo, cuando los padres descubren que su hija no oye ni ve; o después, cuando la niña es incapaz de comunicarse (o más bien los demás con ella) seguro que más de uno sentimos la impotencia durante la película. Pero sentimos también saisfacción al ver cómo lograba aprender con su maestra. Además me gustaría resaltar por parte de ésta, la perseverancia, que muchos quisiéramos tener todos los días con nuestros alumnos; y cómo a pesar de las dificultades y de la poca colaboración de los padres, saca fuerzas y sigue trabajando.
Con respecto a este tema, parece que hay un paralelismo entre la película y nuestra realidad. La sobreprotección de los padres y la sociedad en general sobre "nuestros niños" hace que éstos actúen con violencia ante aquellos que intentan imponer normas en ellos. Asímismo, todos nos podemos sentir identificados cuando vemos que los padres no colaboran adecuadamente en la educación de la niña, resultando ser más bien una barrera.
En el plano del contexto socio-cultural se muestra perfectamente la actitud ante los discapacitados, prejuzgándolos negativamente. Se les trata como inútiles y salvajes. En este sentido hay que decir qe hemos avanzado bastante, aunque queda mucho por hacer.
Así pues, he de decir que la elección de la película ha sido muy buena, pues invita a la reflexión en cuatro planos esenciales: los padres, alumnos, educadores y la sociedad.
Rosa I. Tamurejo Sánchez

Anónimo dijo...

Me ha sorprendido bastante el que una película tan antigua en blanco y negro me gustara tanto.A pesar de tener numerosos silencios mantiene el ritmo en todo momento.Además el argumento es de plena actualidad,a pesar de ser del año 1962.
En cuanto al tema de la película,es fascinante cómo la maestra es capaz de enseñarle el lenguaje a la niña,que durante tanto tiempo ha sido tratada como un perrito.
Me impactó mucho de qué modo le inculca por ejemplo la diferencia entre ser mala y buena,tras haberse portado mal o bien,a través de los gestos de su cara,a la vez que le enseña cómo se expresa con signos utilizando las manos.Hellen tiene que ir poco a poco interiorizando conceptos.
La labor de Ana es muy complicada,pues tiene que romper con todos los malos hábitos que tiene adquiridos la niña y la sobreprotección a la que la tiene acostumbrada su familia.Esta última intenta compensar los problemas de Hellen compadeciéndose de ella y dándole todo lo que quiere.
Como la niña no puede expresarse,porque nadie le enseñó a hacerlo,se rebela y lo muestra con reacciones violentas,y de esta manera consigue lo que quiere o necesita en cada momento.
La película es toda una muestra de superación de la maestra,que tiene que enfrentarse a la familia y a todas las malas costumbres que tiene la niña para poder enseñarle.
Como refexión final decir que la familia debe colaborar por supuesto en la educación de los hijos,auunque muchas veces lo que ocurre,al igual que en la película,es que lo que hacen es consentirlos y maleducarlos,sobre todo en el caso de niños con necesidades educativas especiales.Este es uno de los numerosos problemas a los que tenemos que nefrentarnos los docentes en nuestro día a día.
Por cierto,¡enhorabuena por el curso!,me parece de lo más interesante.
Un saludo
Firma del comentario:
Concepción Sierra Martínez

Anónimo dijo...

En primer lugar quiero felicitar y agradecer la existencia de este curso.
La película me ha resultado muy interesante, creo que es un reflejo bastante logrado de lo que ha sido la educación de Hellen Keller.
Veo aspectos positivos a tener en cuenta en la educación, tanto en la escuela como en otro medio.
La Seguridad en Sí Misma, de la educadora.No importa que muchas veces fracase, sigue Firme y con Paciencia.Actúa de manera Sistemática y se ocupa de todos los detalles, Integral, comunicación y comportamiento. Al mismo tiempo, es Flexible y Tolerante, ya que soporta comportamientos nada respetuosos, con firmeza. Esa seguridad y convencimiento en lo que está haciendo, hace que se enfrente a los padres sin temor, que logre sus objetivos y que sea respetada y querida.Nunca "tira la toalla", ni ella se considera incapaz de lograr sus objetivos ni considera a la niña.Siempre Motiva a la niña despertando su Curiosidad, aunque, en un primer momento, no sea del agrado de la niña. La educadora no muestra sentimientos negativos hacia la niña ni hacia los padres, siempre positivos, porque les comprende, aunque sí expone su desacuerdo con firmeza.
Aspectos negativos:
Los padres parten de la idea de que su hija no es capaz, la Etiquetan. La Sobreprotegen, es decir, la consideran más débil de lo que es, no le dan la oportunidad de madurar y crecer.Le permiten comportamientos antisociales, de mala educación, etc., para que no moleste, incluso con premios, con lo cual no distinguirá lo que es correcto de lo incorrecto, actuando de Refuerzo Negativo. Los padres ven el problema que tiene su hija y su comportamiento, no reflexionan sobre sobre su propio comportamiento.
La película me ha hecho reflexionar sobre como se enfocan, generalmente, muchas cuestiones en las aulas actuales.
Tanto fracaso escolar, ¿no fomentaremos aspectos negativos que aparecen en la película? Por ejemplo: cuando intentamos adaptar la enseñanza al alumnado, para que le resulte fácil, en vez de procurar estimular el aprendizaje; cuando nos preocupa más la opinión de los padres que actuar de acuerdo a nuestro criterio basado en conocimientos pedagógicos y psicológicos, etc.
En la película no aparece toda la historia de la niña, pero en la realidad, Hellen Keller escribió su primer libro a los 22 años, "La Historia de Mi Vida".
A todos un feliz Año 2008; que seamos felices y nos suban el sueldo.
Firma: Josefa Cortés Arias

Anónimo dijo...

No sé si sería posible que Hellen llegará a ser lo que fue en la actualidad. ¿Qué educadora usaría el método de enseñanza de Ana Sullivan?
Como he leído en algunos comentarios publicados(por cierto que he leído todos con mucho gusto),yo digo que tampoco he visto en las aulas un comportamiento igual, lógicamente, pero sí he visto comportamientos incorrectos. Quizá si atajamos los comportamientos incorrectos "insignificantes" evitamos otros menos insignificantes, a medio y a largo plazo.
A mí no me ha dado la sensación de que Ana Sullivan fuese una persona violenta, ni maltratadora física ni psicológica.

Anónimo dijo...

Cuando la institutriz, Hellen, llega a la casa de Ana Sullivan se encuentra un entorno en el que la niña, con graves problemas de conducta, derivados de la incomunicación que conlleva su sordomudez y ceguera, es tratada por los padres sin ningún tipo de reglas de conducta, sobre todo por su falta de interés por comunicarse con la niña y tratarla como a un hijo más, del pesimismo ante una persona en su estado y de la desorientación y la falta de información para tratar con una persona que se encuentra en esas circunstancias.
Hellen, utilizará con la niña un método claramente conductista de ensayo y error, para lo que aleja a la niña del entorno familiar, utilizando a veces, medidas pedagógicas, que más que pedagógicas se pueden considerar cualquier otra cosa.
Nos parece interesante que aparezca en la película el pasado de la profesora, que permiten entender cómo empatiza con la situación de Ana Sullivan y le hace continuar en el empeño de aprender a comunicarse con la niña y enseñarle a establecer vías de comunicación con su entorno a pesar de la conducta tan disruptiva que tiene Ana. Creemos que cualquier otra persona, en el momento que perdió uno de sus dientes hubiera desistido en el empeño.
La resistencia por parte de la niña y los padres a cambiar su comportamiento supone un grave retraso a los objetivos de la institutriz, que,como tantas otras cosas que ocurren en la película, se eliminan o cambian de forma “milagrosa”.
Una película que deja no pocos interrogantes, a pesar de esto y teniendo en cuenta el tema y la época en que fue realizada la película, consideramos que es una sugerente aproximación al tema que trata.

Saludos
MªÁngeles Jiménez Herrera

Anónimo dijo...

Me sorprendió un poco la actuación excesivamente teatral de Anne Bracfort en ocasiones.
Aunque hace muchos años había visto la película, me encantó verla Me parece una película magnífica para reflexionar sobre la educación, su inmenso potencial, y también sobre la transmisión de conocimientos.
Yo creo que en Ana se producen dos grandes conquistas: Por una parte,su socialización, con lo que esto supone de humanización, y en definitiva, de disfrutar de la vida junto a los demás.
Por otra parte, tenemos la conquista de esa primera palabra comprendida, lo que como vemos le abre las puertas de un nuevo mundo.
Por ello creo que la película es una muestra magistral de la trascendencia de la educación en la vida de las personas.
La situación de los padres, aunque extrema, no debería sernos desconocida. Todos tratamos con padres perdidos,que se rinden ante sus hijos, e incluso nosotros a veces podemos ser uno de ellos.
Por último, el hermano,es un gran beneficiario del maravilloso y duro proceso que se ha desarrollado ante sus ojos. Y su familia, y sus amigos, notarán en sus vidas la madurez que Helen le ha ayudado a conseguir. Una muestra más del maravilloso poder de la educación.
Enhorabuena a los tutores por una iniciativa necesaria y maravillosa.
Feliz Navidad y Año Nuevo. M. Paz Pérez

Anónimo dijo...

La película me pareció muy interesante. Además de otras cuestiones, la mayor parte de ellas señalada por otros compañeros/as, creo interesante hacer mención a la importancia de la ayuda o los inconvenientes que te puede traer la familia a la hora de educar a un alumno.
A veces requerimos presencia familiar, y otras veces lo mejor es que estén muy lejos.
Un saludo.
María Jesús Sánchez Carrero

Anónimo dijo...

Me parecio impresionante el empeño de la madre en hacer de su hija una persona; sobre todo teniendo en cuenta la falta de apoyo por parte del padre.Sim embargo, no stoy de acuerdo en la falta de implicación de estos en el proceso educativo llevado por la maestra. Considero imprescindible una labor conjunta y comprometida, sobre todo teniendo en cuenta las difucultades de la niña.
Mª Yolanda Carrasco Gonzalez
7 de Enero de 2008.

Anónimo dijo...

Ana, la profesora, utiliza dos estegias educativas: Motivar a la alumna, Helen, con algo, como la comida favorita y castigar negandole lo que más le gusta.
En ocasiones, ka Ana exige a los padres que las dejen solas con el fin de no alterar el proceso educativo.
Loa padres de Helen, al considerar un caso perdio a la niña, conceden todos sus deseos a cambio de nada y así la mal educcan.
Cuando Helen descubre las aplicaciones del lenguaje para comunicarse con los demás da un cambio radical.
En alguna ocasión, Ana recurre a la enseñanza en grupo, cosa que antes nadie con la niña había practicado y los resultados fueron sorprendentes.
A pesar de tener cerca niños de su edad, nunca le permitieron relacionarse con ellos. Los padres se avergonzaban de la dicapacidad y además, nunca hubiesen permitido el aprendizaje en grupo con el hijo de la servidumbre de color.

Anónimo dijo...

pos mu guay

Anónimo dijo...

De todas las películas que he visto protagonizadas por un dúo, nunca había visto uno tan impresionanate como el formado por esta maestra y esta niña.

A mi entender, una gran película en la que esta niña que vive encerrada en un terrible mundo de oscuridad y silencio desde su infancia, en el que nunca ha podido oir la voz de sus padres, logra, gracias a una joven maestra que ha recuperado recientemente la vista y que se comunica con ella a través del tacto, iniciar un milagroso viaje desde el temor y el aislamiento, hasta la felicidad y la luz.
Mª del Pilar Cayero Lebrijo

María José dijo...

En los años que llevo trabajando en educación, no me he encontrado nunca con ningún alumn@ sordocieg@, pero si a menudo con conductas disruptivas, de alumnado con necesidades educativas especiales. Viendo la película recordaba a cada uno de ellos, y mi tarea como maestra durante estos años. Es un placer poder asistir al cine una vez al mes, y contar con una “sala” más en esta ciudad en la que cada vez cierran más cines.
María José Ruiz Casillas

Anónimo dijo...

Nunca había visto la película, pero me ha parecido fantástica, a pesar de la dureza y las formas de educar de la maestra, que desde mi punto de vista, considero algo violentas.
Por otro lado, también es verdad que hay que valorar la exigencia, comprensión y disciplina empleada por Ana, pues son pieza clave para lograr un fin positivo en este caso desesperado que se le planteaba.
No obstante, considero que la participación de los padres, habría sido oportuna, siempre y cuando éstos no se hubieran comportando tan sobreprotectores como se muestran en la película, lo cual tenía como consecuencia que todo el trabajo realizado por la maestra se echara por tierra, aunque finalmente, tuviera un desenlace feliz, gracias en gran parte a que la maestra era una persona algo terca y cargada de fortaleza, constancia y lo que a veces nos falta a muchos docentes, paciencia, paciencia y paciencia.
Blanca Cayero Lebrijo.

Anónimo dijo...

Teniendo en cuenta también que educar es un auténtico y complicado reto, no habría estado de más la ayuda de los padres de la niña en esta dura tarea, pues parece mentira que con todo en su contra, esta maestra fuera capaz de sacar fuerzas de donde no las hay, sin perecer en el empeño y todo, pienso yo, gracias a la gran capacidad de aprender de la niña, que hacía que esta maestra no cesara en su objetivo y cada logro, por muy pequeño que fuera, la motivara para seguir trabajando.

Anónimo dijo...

Teniendo en cuenta también que educar es un auténtico y complicado reto, no habría estado de más la ayuda de los padres de la niña en esta dura tarea, pues parece mentira que con todo en su contra, esta maestra fuera capaz de sacar fuerzas de donde no las hay, sin perecer en el empeño y todo, pienso yo, gracias a la gran capacidad de aprender de la niña, que hacía que esta maestra no cesara en su objetivo y cada logro, por muy pequeño que fuera, la motivara para seguir trabajando.
Mª del Pilar Cayero Lebrijo.

Anónimo dijo...

Llevo mucho tiempo con la película en la cabeza. Después del asombroso comienzo que nos dejó a todos petrificados en la butaca, sucedieron una serie agotadora de esfuerzos por conseguir algo fundamenttal: la comprensión de lo que nos rodea para una niña discapacitada, un medio de contacto y comunicación con el mundo. Un descubrtimiento en el que los maestros como Ana no tienen cansancio ni derrotas, ni dudan en las decisiones que deben tomar, y que pone de manifiesto que la permisividad no es nada buena para la edcación de los niños, que la generosidad de los que trabajan educando a los demás en este mundo tan confuso, tan contradictorio, es ilusionante y que nos anima a superar los pequeños problemillas de cada día. me gustó mucho la película ( las interpretaciones, magistrales) , y como dije al principio la evoco a menudo. Ah! los comentarios de los compañeros me parecen muy interesantes, gracias a todos.

Anónimo dijo...

Los padres de Hellen, ante la incapacidad que tienen de educar a su hija, solicitan ayuda. Ana se encuentra con unos padres permisivos y sobreprotectores que ponen en duda sus métodos de enseñanza.
La maestra emprenderá una doble modificación de conducta, por un lado tendrá que conseguir que la niña cambie su comportamiento incorporando nuevas habilidades que mejoren la convivencia familiar. Por otra parte, tendrá la difícil tarea de evitar que los padres, en su afán sobreprotector, apoyen el comportamiento asocial de su hija, deberán confiar en la educadora para que pueda realizar su trabajo(reto complicado).
Aunque la sociedad en la que se desarrolla la película no es comparable con la actual, en la película podemos ver conductas y situaciones que a menudo se producen en el entorno escolar.
No había visto la película me impactó, pero me resultó muy interesante.
Mª Coronada Corral Robles

Anónimo dijo...

El milagro de Ana Sullivan ha sido para mí una película sorprendente y muy emotiva. Me parece un claro alegato a favor de nuestra profesión, que a veces puede llegar a parecernos falta de frutos o desmotivante. De la misma manera, a lo largo de toda la película parece que todo el esfuerzo de la profesora no logra dar resultados. Observamos un proceso angustiante de lucha en el que Ana, oponiéndose a los hábitos y opiniones de la familia, decide emprender la labor titánica de educar realmente a Hellen, con todo lo que esto implica: el aprendizaje de unas pautas y normas mínimas que le permitan relacionarse con los demás con una mínima normalidad y, sobre todo, el aprendizaje de un lenguaje con el que poder expresarse y comunicarse.
La tensión se mantiene a lo largo de toda la película, en la que escenas cada vez más duras nos arrastran a la desesperanza y casi al abatimiento. Pero finalmente, cuando parece que ya está todo perdido y que el esfuerzo ha sido inútil, un pequeño gran paso de Hellen abre una brecha de esperanza que da algo de sentido a nuestra profesión.
Resaltaría la actitud de los padres hacia Hellen, mezcla de permisividad y abandono que ellos disfrazan bajo el manto de la compasión y en realidad es una forma de no afrontar un problema por el que se ven superados y que finalmente deciden delegar en la figura del profesor.
En resumen, para mí esta película tiene todos los ingredientes para que los profesores actuales podamos identificarnos con los problemas que plantea. Creo que plantea una situación educativa y social sobre la que toda la sociedad debería reflexionar.Firma: Yolanda Pinto

Anónimo dijo...

La película presenta el problema de la adquisición del lenguaje de una niña discapacitada. El obstáculo que separa a Helen de su entorno es la ausencia de herramientas de comunicación, lo que nos hace reflexionar sobre la importancia del aprendizaje de lenguas en la educación. El conocimiento de vocabulario, el hecho de atribuir nombres a las cosas, permite por fin a Helen establecer una base sobre la cual desarrollará su conocimiento del mundo y el contacto con sus semejantes y al mismo tiempo le ayudará organizar sus experiencias y vivencias. El no poder compartirlas es lo que sumirá a Helen en la desesperación y es la causa fundamental de su mal comportamiento, lo cual nos llevaría a pensar sobre el aislamiento y la incomunicación como trasfondo de muchos problemas de conducta. De esta forma podemos entender la comunicación como uno de los objetivos principales de todo proceso educativo.

Anónimo dijo...

La verdad es que yo no esperaba que una película de los años 60 pudiera mostrar la realidad educativa que se presenta en nuestros días.
Me equivocaba. Lo cierto es que el film me sorprendió gratamente. Muestra la dureza de la enseñanza hasta el punto de impresionar, pero por otra parte, al final, y aunque en la realidad a veces sólo se perciba un instante, deje entrever lo gratificante y satisfactorio que puede llegar a ser nuestra profesión.

Saludos.
Ana Ramírez Bernabé

Anónimo dijo...

La alumna y sus padres parecen personajes más cercanos a nuestros días que la profesora. Reconozco en esa niña a mis alumnos consentidos y protegidos en exceso por unos padres permisivos que se preocupan de que sus hijos no les molesten.
Sin embargo la profesora es más una idea que una realidad. Tiene fortaleza, es constante, piensa en alternativas para no tirar la toalla. Su disponibilidad es total, y su actitud excesivamente 'firme'. Además consigue doblegar finalmente la voluntad de su alumna por el cariño y no por la fuerza.
Isabel Miguel

Anónimo dijo...

La película me ha sorprendido gratamente.
Creo que a todos, padres y educadores nos debe hacer reflexionar sobre el tipo de educación que damos a nuestros hijos y alumnos. Es como si se pudiese elegir entre dos caminos:el fácil y sobre todo cómodo, y el otro que sería el díficil y en el que hay que luchar más.
En la película se le dá toda la responsabilidad a la profesora, mientras que los padres premacen en un segundo plano, tomando en ocasiones actitudes desesperadas, com cuando la quieren ingresar en un siquiatrico.
Anna Sullivan demuestra que con tesón, y creyendo en lo que uno hace se puede lograr todo.
Reflexionemos pues, en el camino que cada uno de nosotros quiere seguir en esta dificil tarea de la educación.
Firmado: Pepa Moreno Bayort

Anónimo dijo...

Vi la película hace muchos años e incluso en otras versiones.La interpretación de los actores y actrices,en especial de Ana y Helen ,me parecen buenísimas...Aún siendo una historia real,no puedo imaginar la labor de preparación de todos ell@s.
Estoy de acuerdo con muchos de los comentarios de compañeros y compañeras que he ido leyendo y me parecen bastante acertados. Es cierto que la situación de los padres es extrema en este caso concreto,que la labor de la maestra es de un esfuerzo y convicción máximos,pero me he preguntado siempre ¿Qué sentirá Helen? .Algunas de sus recciones nos hacen intuir ciertos sentimientos,pero ahí en lo más interno de su ser ¿Qué y cómo se preguntará? ¿Qué daño hace o no si no llega a imaginar cómo son las cosas,ćomo describirlas sin palabras...? Me produce una gran ternura su lucha por comunicarse ,no me bloquea su violencia ,porque la considero una rección normal en su caso.Ana es la fuerza de voluntad la lucha,su ilusión y ganas de sacaar adelante a Ana son insuperables...Comparemosla con las que empleamos todos los días en nuestras aulas,apoyos,etc,etc.
Saludos
...noto que me falta algo más,pero...
Lola Balas

Anónimo dijo...

La película me ha parecido estupenda, con toques de humor y seria a la vez.
La familia de la niña se había dejado llevar por el amor hacia ella y la compasión por sus deficiencias y no la habían educado. Por eso hacía falta una persona que supiera realmente como se enseña, en este caso a un niño carente de todo tipo de aprendizajes.
Creo que el papel de la maestra es genial, pues lo hace de forma real y con gran estilo. Excelente interpretación.
Firma del comentario
Pilar Cerro Ledo

Anónimo dijo...

En primer lugar, me gustaría agradecer a todos los que organizan este curso, la oportunidad de participar en él.
La película es estupenda, pués a pesar de los años que han pasado la realidad educactiva que nos podemos encontrar los docentes sigue siendo igual, y sobre todo aquellos que trabajan con alumnos con Necesidades Educativas Especiales.
Decir, que desde mi punto de vista, la niña presenta conductas disruptivas similares en ciertos casos a los niños/as con síndrome autísta.
Por último no me quiero despedir sin mencionar a todos los profesionales que de manera desinteresada o voluntaria trabajan para mejorar la vida de estos seres humanos y niños/as con discapacidaes, no solo en los colegios públicos,también en Centros de Educación Especial,clínicas, hospitales,etc...
Un Saludo.
Firma:Mªdel Rosario Marqués Muñoz.

Anónimo dijo...

La película ya la conocía y ha sido una buena apuesta empezar a visionarla, es una buena manera de "abrirnos el apetito" para realizar el curso.
¿Qué decir que no hayan dichomis compañeros/as y no resultar aburrido?
Se me ocurre hacer esta aportación que me parece interesante y que va en relación con la película, lo escribió la Fundación Paso a Paso, son las Bienaventuranzas de los niños especiales, dice así:

Bienaventurados...
...los que comprenden mi extraño paso al caminar y mis manos torpes.
...los que comprenden que aunque mis ojos brillan, mi mente es lenta.
...los que me miran y no ven la comida que dejo caer fuera del plato.
...los que con una sonrisa en los labios me estimulan a tratar una vez más.
...los que nunca me recuerdan que hice dos veces la misma pregunta.
...los que comprenden que me es difícil convertir en palabras mis pensamientos.
...los que me escuchasn, pues yo también tengo algo que decir.
...los que saben que mi corazón siente aunque no pueda expresarlo.
...los que me respetan y me aman como yo soy, tan sólo como soy, y no como ellos quisieran que fuese.

Queda reflejada en la película entre otros muchos aspectos, la importancia de una buena coordinación entre padres y maestros. Sin ese apouo el trabajo realizado en el aula, el trabajo realizado con ese alumno, es "papel mojado".

Feliz Año 2008, Toni Prado Parra.

Anónimo dijo...

No, no la había visto ni había oído hablar de ella, aunque por los comentarios de algunos compañeros parece que es un clásico. Película que me ha hecho reir, sobre cualquier otro sentimiento, aunque ante la constancia, deseperación, tesón, paciencia... (entre otros sentimientos que yo almenos interpreté al visualizarla) de la maestra parece una insolencia y una falta de respeto decirlo. Una película que, a pesar de los años que han pasado desde su estreno, sigue demostrando, cómo los padres o la familia tienen que ser educados a la vez que sus hijos (no me extraña, por lo tanto nada, ese librito de la Junta de Extremadura para dicho fin que ahora nos han encasquetado). Verdadero ejemplo el de la maestra, la vocación, el respeto, el trabajo y todo acompañado de una capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona, puesto que la discapacidad (o no) era compartida, almenos en la edad de la niña Anna. Una película que ahora entiendo el porqué de la categoria de clásico.

Fdo: Manuela Domínguez Vinagre

Anónimo dijo...

Es una película antigua, sin embargo algunos de los temas que trata en educación, siguen existiendo; p.e:
-La excesiva protección de los padres impide e interfiere negativamente em la educación de sus hijos.
-La falta de unificación de criterios de los padres también es aprovechada por los hijos y va en detrimento de su formación.
-El trabajo de la profesora se hace muy duro por todas las circunstancias que rodean a ella y a la niña, pero ella mantiene su criterio con mucha fuerza de voluntad, disciplina e incluso llegando a la violencia.Es muy difícil tener esa fuerza de voluntad y sobre todo mantenerse en ella.

Unknown dijo...

Hola a todos, he leído todos vuestros comentarios y he quedado encantada. Son apasionantes los analisis que realizais de la película. Estoy pensando hacer un analisis formal entero de la película con una ampliación de todos los aspectos psicológicos que en ella se tratan. No se si alguno de vosotros podría decirme donde puedo encontrar información o trabajos de críticas antes realizadas sobre la película. Os agradecería mucho toda la ayuda que me podais proporcionar,

Muchas gracias!!! Marta.

Anónimo dijo...

Impactante película que nos invita a reflexionar sobre el papel conjunto que deben desempeñar padres y profesores en la educación del niño/a, acentuado aún más si cabe por las dificultades que presenta Hellen (ciega, sorda y muda)donde la perseverancia, disciplina y constancia de Anna y la falta de implicación de la familia hacen del proceso de enseñanza aprendizaje una gran labor.
firma el comentario
Mª Esther Cáceres Merchán

Anónimo dijo...

Impactante película que nos invita a reflexionar sobre el papel conjunto que deben desempeñar padres y profesores en la educación del niño/a, acentuado aún más si cabe por las dificultades que presenta Hellen (ciega, sorda y muda)donde la perseverancia, disciplina y constancia de Anna y la falta de implicación de la familia hacen del proceso de enseñanza aprendizaje una gran labor.
firma el comentario
Mª Esther Cáceres Merchán

Anónimo dijo...

Era la primera vez que veía la película y me ha gustado la forma de tratar el tema, ya que a pesar de la situación tan complicada y dramática que representa, la película tiene toques de humor que desdramatizan y arrancan sonrisas e incluso carcajadas al espectador.
Hay dos aspectos en el comportamiento de la profesora(Helen) que fueron esenciales para conseguir que Anna consiguiera comunicarse, el primero tratar a la niña como a una persona normal, sin dejarse llevar por la compasión hacia ella, usando el castigo cuando era necesario. El segundo, no darse por vencido, creer en la capacidad intelectual de Anna y confiar en que conseguiría comunicarse sin tirar en ningún momento la toalla.
Una de las principales trabas que encuentra la profesora es el comportamiento sobreprotector de los padres. Este comportamiento hace que Anna haya vivido siempre sin reglas, sin tenerse que esforzar para conseguir lo que quiere, lo único que hace cuando quiere algo es llorar y ponerse agresiva.
La profesora tiene que empezar enseñando Anna unas normas de comportamiento básico y haciendo que aprenda que para conseguir un premio(la muñeca, comida...) necesita previamente hacer un esfuerzo. Pero esta educación es imposible darsela si la niña está sometida a la sobreprotección de sus padres, por lo que tiene que alejarla de ellos.
Es finalmente el optimismo de la profesora y su confianza en la capacidad intelectual de Anna lo que hace que la niña aprenda las normas de comportamiento básico y lo que es más importante, a comunicarse.
Inmaculada Casimiro Manzano

M.Carmen García dijo...

Desde que vi la película tengo que reconocer que cada día le encuentro algo novedoso.¡Parece mentira que con los años que hace de su estreno esté tan en vigencia hoy en día!
La película engloba todos los aspectos de la educación:
- La Familia, como ya se ha comentado permisiva y sobreprotectora (como bastantes de las de hoy en día); pero también con un montón de matices: la madre defendiendo siempre a su hija, sufriendo por sus dificultades y tratando de comunicarse con ella, sin embargo la más firme a la hora de buscar una solución externa: la maestra; el padre, acomodado a su situación, paciente (no le importaba que su hija comiera de su propio plato) y en definitiva aceptando con resignación la situación, un hombre no abierto a los cambios; el hermano, poniendo la nota de realismo de la familia pero siendo ingorado por todos y sin que su opinión contara demasiado y no hay que olvidar a la tía aquella que también se metía en todo y opinaba de todo que hoy en día podría ser la figura de los abuelos, que sobre todo en Primaria sustituyen a los padres muchas veces en las relaciones con los profesores.
- El alumno, representado por Hellen, que por mucho que nos quejemos hoy en día no tenemos casos tan difíciles y tan dramáticos a los que atender, aunque cada vez nos encontramos con más conductas disruptivas en nuestras aulas (magnícia interpretación de la actriz que sobrecoge durante toda la película)
- La maestra que para mí representa el creer en lo que haces, el seguir actuando con adversas circunstancias, el no tirar nunca la toalla, el no desfallecer.
En definitiva, además de más de una risa y también alguna lagrimita, la película para mí representa LA ESPERANZA, siempre podemos hacer algo, siempre sale el pollito del cascarón (me encantó esa escena)

M.Carmen García Romero

Anónimo dijo...

Una historia dura muy bien llevada a la pantalla,sin caer en el dramatismo y con pinceladas de fino humor que la hacen cercana y real. Magistral interpretación de Anne Bancrolf(Ana Sullivan) y Patty Duke (Hellen Keller), merecedoras del oscar Mejor Actriz y Mejor Actriz Secundaria respectivamente.
A nivel pedagógico es el ejemplo de una excelente labor docente, que puede conseguir éxito hasta en las condiciones más adversas. Para ello hay que contar con unos objetivos claros, una sólida preparación, tesón, ilusión y la suficiente humildad para reconocer que siempre hay algo más que aprender.

Firmado: Ana Andaluz Carmona

tutor dijo...

Hola, soy uno de los responsables del curso. Hay algunos participantes que no han dejado su nombre al final de su comentario, concretamente Fina (31 de diciembre), Hablador (8 de enero), Anónimo (8 de enero) y Anónimo (10 de enero). Os rogamos que escribáis un breve nuevo comentario diciendo quiénes sois o, si lo preferís, escribidnos un correo electrónico a nuestra dirección, que aparece arriba a la izquierda de la página principal. Es necesario que lo hagáis para poder tomar nota de los que intervienen.

Aprovecho la ocasión para destacar lo interesantes que están resultando vuestros comentarios a la película.

Que tengáis un año de cine.

Anónimo dijo...

A lo largo de la película vemos actitudes, escuchamos frases, reflexiones hechas por los protagonistas que están llenas de contenido. De todas ellas me gustaría destacar una, "la obediencia sin comprensión tambien es ceguera", una frase que podríamos llevar a nuestra propia experiencia educativa como profesores y padres.
La maestra no está aún satisfecha, sólo le ha enseñado una cosa "no". En mi opinión, el aprendizaje de ciertas normas es básico y esencial en la formación del alumno. Uniendo a esas normas la reflexión sobre lo aprendido y trabajando valores como respeto, solidaridad, libertad...conseguiremos lo que Ana consiguió con Hellen, llegar a su corazón.
Firma del comentario
Isabel Franco Domínguez

Anónimo dijo...

Vi esta película hace más de veinte años, era una niña, y el recuerdo que me quedó fue lo "malísima" que era esa profesora. Ahora, al verla de nuevo, mi opinión ha cambiado, porque yo también lo he hecho. Ahora sé ver los sentimientos de culpa e impotencia de esos padres y que esa técnica de aprendizaje tan rígida y severa de Ana Sullivan es la única que cabe esperar si realmente se quiere limar el carácter de Hellen (tan estropeado por esos padres tan consentidores) y conseguir que afloren todas las habilidades encubiertas que posee la pequeña.

Ya no estamos acostumbrados a las películas en blanco y negro,sí a grandes y variados decorados, riqueza y originalidad en el vestuario, luces, efectos especiales espectaculares, ... y sin embargo, esta película, que carece de todo esto, fue capaz de mantenernos en tensión e incluso, (por lo menos a mí) arrancarnos alguna que otra lágrima. ¿Por qué? Aparte de que la cámara juega un papel crucial en determinadas escena, el argumento es tan sólido, que todo eso que, por ejemplo en el típico cine americano, es tan importante, aquí pierde todo su valor.

La pobrecilla de Ana tuvo que educar y "abrir los ojos" de Hellen conviviendo en la misma casa que sus padres. Nosotros tenemos una ventaja con respecto a ella, no tenemos a los padres de nuestros alumnos en la última fila de nuestras aulas, tirando por tierra lo que con tanto trabajo vamos consiguiendo cada día. Eso sí, nadie nos quita que a veces tengamos la sensación de que un "Gran Hermano" nos espía, ¿o no?

Feliz 2008 a todos.

Fima: Antonia Pajuelo Rollán

Anónimo dijo...

Perdón, soy la misma del comentario anterior al no firmado,del 31 de diciembre. Josefa Cortés Arias

Anónimo dijo...

Hola a todos y enhorabuena a los organizadores del curso. En el I.E.S. Puente Ajuda de Olivenza, algunos profesores hemos creado un grupo de trabajo sobre cine. Curiosamente, la primera película que proyectamos para los alumnos en diciembre fue "El milagro de Anna Sullivan". Os invito a leer el análisis de la cinta que está publicado en la página web del instituto:
http://iespuenteajuda.juntaextremadura.net/
Si entráis en la página debéis ir al foro y buscar la crítica en el cuarto mensaje recibido. Un saludo.

M.Carmen García dijo...

Ya comenté anteriormente que la película me impactó mucho y le he dado muchas vueltas desde la proyección, ahora con las escenas que nos sugieren los tutores para el comentario no puedo dejar de añadir algún otro dato.
1) La escena inicial de los padres con el médico me parece desgarradora. Los padres, antes que nadie, como ocurre en nuestras aulas, saben que algo no anda bien aunque les cuesta reconocerlo.
Las palabras del médico ("Dejemos obrar la naturaleza, sabe más que nosotros") me resuenan a la de tantos orientadores que no quieren diagnosticar a niños en Infantil negándoles todas las posibilidades de atención temprana de que disponemos en los centros.
2) Los padres descubren y aceptan que su hija no responde a ningún estímulo.
Esta escena también es muy sugerente:Helen entre los barrotes simboliza el encierro en la cárcel de su propio yo; reflejado en la bola de navidad sugiere algo perfecto, redondo, bello pero muy frágil, como su propia existencia; la escena de las sábanas sugiere como si se pelease con sus propios fantasmas...
3) Los ojos de la muñeca les hace ver que Helen es más inteligente de lo que creen. Observa que que le falta algo a su muñeca. La madre es la única que entiende su desesperación, que cree en ella.
4) El encuentro entre alumna y maestra es bsatante interesante. Helen tiene curiosidad pero no se deja tocar, no quiere que nadie invada su intimidad, necesita tener confianza en el otro (un primer paso que los maestros debemos conseguir es que nuestros alumnos confíen en nosotros)
5) La madre cambia de actitud y quiere colaborar en la educación de su hija, gracias al libro que le da la maestra se aprende el lenguaje de signos y empieza a practicarlo. Se abre para ella un mundo de posibilidades antes desconocidas. Sin embargo premia a su hija cuando pincha a la maestra y vuelve a su actitud imicial de consentimiento y protección. Presenta una falta de coherencia con la que también nos encontramos en la actitud de los padres de hoy en día.
6) La escena del comedor es sin duda una de las más impactantes de la película. Para cualquiera la actitud de Helen está fuera de todo lugar y la familia sigue almorzando y charlando como si tal cosa. El espectador, al igual que la maestra, observan estupefactos esta escena. Toda la "lucha" posterior entre Helen y Ana resulta agotadora paro nos resalta la perseverancia de una y de otra y sobre todo la constancia de la maestra que no desafallece en su intento de conseguir un objetivo que tiene clarísimo (me hace reflexionar si yo como docente tengo tan claro lo que quiero conseguir para "luchar" hasta tal punto).
7) Ya en la cabaña, Ana sigue sin rendirse, sin abandonar, y eso que tiene que luchar contra todos los elementos: familia, entorno, alumno,...pero aún así nunca pierde la esperanza.
8) Otra de las escenas que me encantan es cuando Ana consigue poner celosa a Helen con el mozo y éste acepta el papel de mediador a regañadientes. Es significativo que él que tiene mejores potencialidades que Helen: ve, oye, habla,... no tiene ningún afán de aprender y se queda dormido en un rincón mientras Helen parece que quiere aprender una palabra y otra y otra más, de un modo agotador e incansable.
9) Ya comenté antes que la escena del huevo y el pollito me encantó: algo tan cotidiano como la vida,¡qué difícil explicar! que los nombres y las palabras significan cosas ¡también es muy difícil de explicar! Sin embargo Ana confía en que Helen también logrará romper el cascarón de la incomunicación.
10) Lo primero en todo aprendizaje es poner las bases, las normas a seguir, que es lo que Ana consigue en primer lugar y que deja satisfecha a la familia, pero a ella no.
Es impactante la frase "La obediencia sin comprensión también es ceguera" (Muchas veces en nuestra historia escolar pasada hemos estado bastante ciegos, obedecíamos sí, pero sin comprender)
Helen se revela tirando la servilleta echando un pulso a ver hasta dónde puede llegar. Esta es una situación hoy en día bastante frecuente en nuestras aulas: nuestros alumnos siempre intentan llegar al límite y nosotros debemos mostrarnos firmes.

M.Carmen García Romero

Anónimo dijo...

La película me ha parecido realmente conmovedora. Personalmente me gustan las películas que de una forma u otra me emocionen y ésta lo ha conseguido. Desde mi punto de vista la angustia, frustración, impotencia... están magistralmente representadas aquí.
Es interesante cómo una película de los años 60 trata con tanto realismo un tema tan relevante como es el difícil reto de educar. En este caso la tarea de Anna es incluso más dura puesto que tiene que enfrentarse a problemas añadidos:
- Educar a una niña discapacitada que está muy mal acostumbrada y consentida y además vive en su propio munco ya que su única relación con el mundo exterior es la de cubrir sus necesidades básicas.
- Enfrentarse a unos padres extremadamente proteccionistas que casi se han rendido ante la dura batalla de educar a su hija y comunicarse con ella.
Lo que más me ha gustado es ese atisbo de esperanza que el personaje de Anna representa en la película puesto que pone de manifiesto que con una actitud firme, constancia, disciplina y muchísima paciencia todavía podemos conseguir pequeños "milagros" en nuestra profesión.
Mercedes Naranjo

Anónimo dijo...

El contenido de esta obra cinematográfica toca diversos temas como el de la sobreprotección de unos padres desconocedores de cómo tratar el problema de un hijo que nace con una discapacidad, pero también plantea la falta de apoyo y ayuda que actualmente puede encontrar el enseñante por parte de unos padres que descuidan la educación de sus hijos sin deficiencias físicas ni psíquicas aparentes, porque piensan que "eso" es tarea del profesor.
El papel de la maestra me parece de una entrega total, sólo justificada por la situación personal que Ana ha vivido. Únicamente podemos comprender su abnegada entrega profesional porque forma parte de su vida personal. ¡Ojalá existan profesionales con esa incondicional ayuda y entrega a los demás!

Anónimo dijo...

Esta película me ha parecido muy interesante. En ella he podido constatar el papel fundamental de los padres en la educación de los hijos, así como la obstinación de la profesora. Hace mucho tiempo que la vi y la verdad es que lo que recordaba era a la niña, que por cierto, me pareció una repelente... (opinión que mantengo aunque ahora comprendo el por qué de su comportamiento).
Sería interesante poder comentarla en un foro con determinados padres, pero claro: seguramente acudirían los mismos que se preocupan por la educación de sus hijos...

Anónimo dijo...

En ella se observa que a la dificultad de educación de la niña se le añade el de la intervenciuón negativa que ejercen los familiares sobre ella.
Sucede muy a menudo que a los profesores se les exige que eduquen a los alumnos y parece como si los familiares estuvieran en otro "bando" por así decirlo. Este hecho se neutraliza mucho cuando Ana decide aislar a la niña de su entorno general y consigue que se presente en ella la necesidad de ser ayudadada y, a la vez, aceptada.
Desde el principio de la película se consigue que el espectador se involucre en la ella y hay veces que nos ponemos del lado de la familia pero otras nos oponemos a la permisividad de la familia y nos hacemos cargo de la situación tan complicada en la que se encuentra la maestra y la metodolgía aplicada por la misma. Quizas y a la vista de los resultados obtenidos comprobamos que su actuación ha sido la más adecuada, pero ¿y sí no hubiéramos visto el final? ¿y si el padre hubiera decidido no contar con sus servicios?... quizas no hubiera tenido la misma opinión y la misma comprensión con la quie consideramos una compañera: a veces a nosotros nos toca sembrar y otros les toca recoger pero por ellos nos debemos desmotivar sino seguir¡merece la pena!

Anónimo dijo...

Una gran película de los años 60 que trata temas de actualidad. La problemática que nos encontramos cada día con los padres de nuestros alumnos, que en numerosas ocasiones se niegan a ver la realidad.

En este caso los padres de Hellen sienten compasión por su hija. Se resignan a pensar que no hay mucho más que pueda lograrse con ella, lo que dificulta la labor de Ana, su maestra. Y cuyo sentimiento es bien distinto, que junto con el afán por aprender de Hellen, forman un buen tándem que da fuerzas para seguir adelante y alcanzar metas. ¡Y vaya si las alcanza!

Por último felicitar a los tutores por este curso tan innovador.

Pilar Ullán González.

Unknown dijo...

Ya había visto la película anteriormente,hace mucho tiempo, pero no la recordaba bien. Ahora me ha impresionado mucho.
Toda la película es impactante, técnicamente parece austera, pero es una joya cinematográfica,consigue tanto con tan pocos recursos (eso es lo que creo, no entiendo mucho de técnica). Es impresionante el tratamiento casi "pictórico" de algunas secuencias, el juego de luces y sombras...
Desde el punto de vista de los contenidos creo que nos aporta mucho y se le puede sacar mucho partido. Nos ofrece una visión particular sobre las dificultades de la enseñanza aprendizaje con alumnos de necesidades educativas especiales. Quizás aborda el tema de una manera bastante dramática, por las circunstancias específicas de la niña (ciega y sorda), pero quien de nosotros no nos hemos encontrado alguna vez con alumnos "ciegos" y "sordos" en nuestras aulas, y con padres también "ciegos y sordos", que no quieren o no saben ni oir ni ver.
Me ha llamado mucho la atención la perseverancia de la maestra y la paciencia infinita para lograr llegar a la niña y despertar en ella el deseo de conocimiento,teniendo en cuenta los pocos recursos que había en esa época y la poca implicación que había por parte de la familia, exceptuando a la madre.
Creo que es una película para reflexionar.
Quiero dar las gracias a los organizadores del ciclo porque me parece que es una actividad interesante, distinta y enriquecedora.
Mariana Ferrera.
Enero 2008

Anónimo dijo...

Recordaba la película por la escena final, cuándo descubre la relación entre las palabras y las cosas.
Me resultó interesante volver a verla y las reflexiones que puede sugerir sobre el proceso de educación. Ya he visto exhaustivamente tratados estos temas en los comentarios de los compañeros, así que no los señalo.

Había pensado también lo adecuado de esta película para el tema de los niños salvajes, que suele verlo con la película de "El pequeño salvaje".


No creo poder aportar nada nuevo a lo que he visto que habéis ya trabajado.

Anónimo dijo...

En mi opinión, lo más interesante de esta película es como podemos trasladar la situación que se genera por una educación excesivamente permisiva de unos padres hacia su hija a la realidad actual. Mucho padres acuden a los institutos manifestando que no pueden controlar a sus hijos de doce años, loq ue se ha dado en llamar el fenómeno del "niño emperador". Si en esta película el motivo esencial de tal actitud educativa era la minusvalía de la niña, hoy en día es el poco tiempo que se puede pasar con los hijos por causas de trabajo, por ello en muchas ocasiones tenemor que realizar los profesores la labor de Ana Sullivan y en cierto modo la sociedad nos demanda constantes "milagros".

Pedro A. Gragera Luna

Anónimo dijo...

A pesar de tratarse de una película antigua (de los años 60) es la primera vez que he tenido la oportunidad de verla, felicitando a los organizadores del curso por su elección ya que goza de plena actualidad en los temas tratados.
De la película se pueden extraer varios temas relacionados con la educación y que todos los docentes, aunque no trabajemos en Educación Especial, hemos podido percibir******** en las aulas.
En primer lugar podemos observar como ya en los años 60 el apendizaje significativo era considerado como un elemento clave del proceso enseñanza-aprendizaje, ya que nos basamos en los apredizajes previos para adquirir otros nuevos.
Del mismo modo se observa por parte de la maestra un refuerzo de los estímulos positivos con cariño y pequeños premios tras metas conseguidas. Del mismo modo losaspectos negativos se tratan de corregir con trabajo, esfuerzo y perseverancia. No dudando en utilizar la fuerza física para conseguir los fines. Este último aspecto me chocó bastante, quizás porque nunca he trabajado con alumnos de Edución Especial.
Otro aspecto a destacar es el de la sobreprotección de los padres que dificulta el aprendizaje de la niña, lo que lleva a la profesora a aislar a la niña del entorno familiar. Esta circustancia goza de gran actualidad en las aulas, ya que los docentes nos encontramos continuamente a padres que justifican todas las actuaciones de sus hijos.
Por último merece la pena comentar la calidad de la película y el acierto de introducir elementos de humor que hacen que un tema tan dramático no sea duro para el espectador
Firmado: José Luis Galeano Martínez

Anónimo dijo...

Quiero destacar en mi comentario dos asuntos en relación con "El milagro....": el educativo, y el de transmisión de conocimientos. En el primero, se nos muestra con crudeza los efectos negativos que en la vida de una persona tiene el mal enfoque de su educación,agravados además cuando esta persona es débil. Al mismo tiempo se pone de manifiesto el reverso de la moneda, es decir los maravillosos logros que se producen cuando se consigue reconducir la situación.
En el segundo, se plasma de forma magistral el inmenso mundo que se abre ante Ana cuando por fin logra "atrapar" el significado de su primera palabra.
Creo que sería interesante proyectar esta película en Escuelas de padres o algo parecido, pues los de Ana no están lejos de muchos padres actuales que andan o andamos desorientados y a veces se sienten impotentes.
Me parece importante observar el hecho de que la historia de Ana y Helen es real, y conocer lo que fue la vida de ellas a partir del fin de la película, pues si no fuera una historia cierta, siempre podríamos decir que en una película se puede inventar todo, pero que la realidad no lo permite, e incluso nos llevaríamos las manos a la cabeza (padres, profesores, sociedad... ) por la dureza e inflexibilidad del método utilizado.
Por último, respecto a la figura del hermano, me parece importante destacar el beneficio que supone para él en términos de maduración personal su participación en la historia de su hermana.


MªÁngeles Martín Manso.

antonio dijo...

Después de leer los comentarios aportados hasta la fecha (que son muchos y variados dado lo que me he retrasado en poner el mio)poco me queda que decir.
Una película muy interesante, con una problemática muy actual, y unos padres que se resisten a aceptar lo que tienen en casa (igual que muchos de los padres de nuestros alumnos).
Un saludo a todos.

Antonio Vivar Muñoz

Anónimo dijo...

La película plantea un problema que, nosotros los docentes, encontramos a diario en nuetras aulas, y es la escasa implicación de los padres, en general, en la educación de sus hijos.

En este caso, nos encontramos con Hellen, una niña con graves problemas de conducta derivados de su minusvalía física y agravados por el exceso de protección de sus padres, que no son capaces de establecerle unas reglas de conducta.Su excesiva compasión, tolerancia, permisividad y consentimiento perjudican a Hellen.

Ana,la maestra,necesita ante todo apartar a la niña de sus padres, lo que supone un enfrentamiento con ellos, ya que no confian en sus métodos de trabajo.Ella da a Hellen unas pautas de comportamiento,esfuerzo y disciplina para conseguir su objetivo, que es comunicarse con ella.Debe acabar con sus malos hábitos de comportamiento adquiridos en casa y para ello trabaja firme y pacientemente,consiguiendo lentamente su propósito.

Esta película nos hace reflexionar sobre el papel que tiene toda la sociedad en la educación. Actualmente vivimos en un mundo de permisividad, consentimiento y escaso esfuerzo, que no favorece la educación de los niños. Como docentes, debemos fomentar el esfuerzo diario de nuestros alumnos y como padres, debemos evitar un exceso de sobreprotección sobre nuestros hijos,dedicándoles el mayor tiempo posibles a conocerlos y ayudarles en su trabajo diario.Y todos debemos confiar en la profesionalidad de los docentes y en su labor diaria.
Manuel Corcobado Carrasco.

Anónimo dijo...

Me gustaría comenzar señalando la calidad fotográfica del blanco y negro de la película.También anotar que parece una obra de teatro en su representación escénica. Es la primera vez que la veo. La considero muy utíl como material educativo para padres y educadores en general.Los métodos utilizados en el proceso educativo son muy eficaces pero inviables en los centros educativos. La legislación vigente no lo permitiría en absoluto,ni siquiera a pequeña escala.Llama la atención la debilidad de los padres y el poco interés por educar, al ser humano que es su hija, evitando convertirla en una tirana que es lo que se encontró la maestra.La película es muy optimista en el sentido de hacer ver las posibilidades educativas que tiene el ser humano, cuando se dispone de las condiciones necesarias para su mejora.Es muy buena película.

Firma: Maria Teresa Claver Romero

Anónimo dijo...

A mi entender la película tiene una infinidad de temas que se pueden trabajar desde el ámbito educativo.
Pero me voy a centrar en dos aspectos que creo que son de especial relevancia hoy en día.
Empezaría diciendo que a pesar de ser una película tan antigua, refleja un problema que se da hoy en día con mucha frecuencia, y es la desconexión que existe actualmente entre familia y escuela. Los padres de hoy en día ya no ven al maestro como antiguamente, y estamos continuamente cuestionados. La sociedad actual ha desprestigiado totalmente la figura del maestro.
Si a todo esto le unimos la falta de normas, rutinas y reglas de comportamiento en casa ( debido al tipo de vida de hoy en día), nos encontramos con niños, que como la protagonista de la película, actúan conforme a sus caprichos, deseos inmediatos, rabietas...
Por ello, desde mi punto de vista, es fundamental la colaboración entre familia y escuela, el respeto mutuo y devolverle socialmente al maestro su prestigio perdido.La implicación, en definitiva, de toda la sociedad en la educación de las futuras generaciones.
Y por otra parte, y sin extenderme demasiado,el otro aspecto de la película que me parece importante hoy día, es la necesidad de adaptar los métodos de enseñanza a las características y necesidades de cada alumno ( cosa que ya se viene haciendo). No sólo a alumnos con necesidades educativas especiales, sino a todo el alumnado en general. Permitir distintas caminos para llegar a la misma meta ( o a la meta particular de cada uno).
Mª Ángeles Trinidad Ruiz

Anónimo dijo...

Había visto la película cuando tenía 14 o 15 años y recuerdo que entonces la profesora me pareció una salvaje. Me identifiqué con el drama vivido por la niña, su soledad, su incapacidad para comunicarse con el mundo exterior, su agresividad...Recordaba la escena de la mesa, pero me sorprendí cuando, pasados los años y debido, supongo, a mi labor como docente de adolescentes, los métodos agresivos de la maestra me parecieron casi un alarde de paciencia ante una situación límite como la que mostraba la escena. Entendí el afán de la profesora de separar a la niña de sus padres por el exceso de protección y como punto de ruptura ante una situación viciada después de tantos años. Es posible que puedan discutirse los métodos y que hayan quedado obsoletos pero los tópicos parecen no perder vigencia:establecer un principio de autoridad, distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, empezar por las necesidades básicas, buscar un mecanismo de comunicación entre la alumna y la profesora,etc...
A nivel interpretativo, estamos ante dos actuaciones dramáticas memorables y ante una dirección complicada. Como ejemplo retomo la escena del comedor: planos larguísimos, situación de las cámaras en puntos estratégicos para resaltar la acción, "coreografía" magníficamente resuelta haciendo creíble la tensión y manteniendo el ritmo hasta el final.
En resumen, me gustó mucho volver a desgustar una película de la que casi no recordaba su existencia

Anónimo dijo...

Como todos sabéis, la profesora Ana Sullivan (1867-1936) y su alumna ciega y sordomuda, Helen Keller (1880-1968) son personajes reales, así como su historia, lo que hace mucho más interesante este film. Para el que sienta curiosidad por las vidas reales de estas dos mujeres, puede ver estas Webs:

http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion/temaskeller.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/Helen_Keller

http://es.wikipedia.org/wiki/Anne_Sullivan

Uno de los aspectos que me gustaría destacar de la película es el de los modelos teóricos usados en el proceso educativo de Helen.

Es cierto, como han dicho muchos compañeros, que la película está cargada de psicología conductista. Sin embargo no debemos olvidar que Hellen Keller escribió en 1904 una detallada biografía de su vida y además, aun vivía cuando se hizo la película (1962). Esto significa que, cuando se rodó la película, se debía saber con bastante exactitud los detalles de su proceso de aprendizaje.

Lo que quiero decir es que sería interesante saber de que teorías psicológicas pudo beber Helen Keller y saber hasta que punto se vieron plasmados realmente sus métodos en la película. Parece ser que en la década de los 80 y 90 del siglo XIX las teorías conductistas como tales (Watson, Paulov y compañía) estaban en sus primeros pasos académicos o aun no se había desarrollado. ¿Hasta que punto el conductismo plasmado en el film es propio de la época del rodaje?; ¿la incipiente psicología del XIX usaba métodos conductistas sin haberse desarrollado aun la teoría conductista?.

Otro aspecto que me gustaría destacar es como se ha dado relevancia en la película la comida: el gran conflicto entre la profesora, alumna e incluso familia, se produce en el comedor, en torno a las normas sociales establecidas con respecto a la comida.

No es un asunto que debamos tomar a la ligera. Los antropólogos consideran el acto social de la comida como un eje central de las relaciones sociales. Es un punto central de la vida social. Pensemos en nuestra vida cotidiana: comidas de navidad, comidas familiares, comidas con amigos, comidas de trabajo ..... Si alguien quiere ponerse un poco más literato ahí tiene la Iliada, donde el banquete cumple una función social fundamental. O la Biblia. Está la Última Cena, pero tampoco tenemos que olvidar las normas relativas a la comida que estableció el Antiguo Testamento para el pueblo judío (pan ácimo, prohibición de sentarse a la mesa con extranjeros ....). O en la cultura clásica: están los banquetes comunales que realizaban los espartanos y las moraleja de la leyenda de las luchas de lapitas y centauras, representadas en el Partenón. Los centauros violaron las normas de conducta en un banquete de bodas y eso condujo a un feroz enfrentamiento entre los anfitriones (lapitas) y los invitados (centauros).

Es pues alrededor de la mesa donde la gente se socializa y aprende las conductas sociales. Así pues, cuando Ana educa a la niña en las normas de la mesa, lo que está haciendo es educarla en el núcleo de socialización, le está enseñando a vivir en sociedad.

Me llamó la atención igualmente que, desde el inicio, Ana pusiera la mano de Helen en su cara para que percibiera como asentía cada vez que quería decirle “si”. No se si esto es cierto, Me parece un poco absurdo, ya que la niña, ciega desde la infancia, no debe tener la noción visual de que asentir con la cabeza es decir “si”. Quizás es una licencia cinematográfica, aunque por ahí he leído que Helen, antes de que llegara Ana, llegó a desarrollar hasta 60 signos diferentes para comunicarse con sus familiares.

Otro aspecto que me llamó la atención es como buena parte de la educación y del vocabulario que Ana intenta transmitirle a Helen inicialmente están relacionados actividades tradicionalmente asignadas a la mujer en una sociedad machista. A ver, tampoco es cuestión de echarse las manos a la cabeza: hablamos de la sociedad de los EEUU del sur del siglo XIX, y la película, de 1962, se hace en un momento en que aun faltaban grandes pasos por darse en la liberación de la mujer. En cualquier caso, la niña siempre está aprendiendo alrededor del costurero: la aguja, el hilo, el costurero ... . Desde luego, nada que ver con la posterior educación de la Helen real, que fue a la universidad, se licenció, escribió once libros y numerosos artículos y fue una activista en favor de los obreros y los discapacitados (si se me permite la palabra).

Alguien ha comentado por ahí que cuando la niña comienza a darle nombres a las cosas, al final de la película, lo hace a la vez que comienza a manar el agua de la fuente. Es una bonita metáfora esa, la de como el agua comienza a fluir junto con su su lenguaje. En este sentido, decir que la película recuerda un poco esa idea que tanto llamó la atención del siglo XIX: el niño que crece en estado salvaje, incivilizado, y tiene que aprender a integrarse en la civilización a marchas forzadas. Es la idea que nos transmiten Mowgli (1894) o Tarzán (1912). Por eso se remarca frecuentemente la ida de que la niña está “incivilizada” y se compara frecuentemente con un animal. También es algo que tiene que ver con el conductismo: Watson está inaugurando a principios del XX esta escuela psicológica, afirmando: “Dadme una docena de niños sanos, bien formados, para que los eduque, y yo me comprometo a elegir uno de ellos al azar y adiestrarlo para que se convierta en un especialista de cualquier tipo que yo pueda escoger -médico, abogado, artista, hombre de negocios e incluso mendigo o ladrón-,prescindiendo de su talento, inclinaciones, tendencias, aptitudes, vocaciones y raza de sus antepasados”.

En el cine de los 60, con el conductismo en su apogeo, estas ideas de Watson también se ven reflejadas en películas como My Fair Lady (1964). Sin embargo, ésta última no tiene ese componente colonialista de “acción civilizatoria”.

Un saludo a todos

Andrés García

Anónimo dijo...

EL MILAGRO DE ANNE SULLIVAN



Proyección: 13 de diciembre de 2007, 20 h.
El milagro de Ana Sullivan



SUGERENCIAS PARA EL DEBATE:

- La película contrapone dos modelos educativos respecto a alumnos que presentanalgún tipo de dificultad de aprendizaje y además de esto conductas disruptivas graves.
- La primera medida educativa que adopta la maestra es alejar a la niña del entorno familiar.
Observa la impotencia de Hellen ante su necesidad apasionada de comunicarse y no poder hacerlo. Cuando lo hace se abre un mundo para ella y responde con generosidad. Cuando no puede, reacciona con reclamos violentos hacia sus padres y educadores.


CUESTIONES:

1.- ¿Qué estrategias utiliza Ana para educar a Helen?
2.- ¿De qué manera hace uso en ocasiones de su autoridad?
3.- ¿De qué manera creen ayudar los padres a su hija?
4.- Observa las conductas de la niña a lo largo de la película. ¿Qué crees que provoca el cambio de actitud en ella? ¿Cómo la motiva o provoca su curiosidad la maestra?
5.- ¿Cuál es la relación de los padres con la maestra?
6.- Analiza los clichés, estereotipos e inercias que impiden el aprendizaje y la socialización de la niña: ideas preconcebidas, proteccionismo, refuerzos negativos, pesimismo, etc.
7.- Observa al personaje del hermano mayor de Helen. Representa la normalidad frente a su hermana. ¿Cómo se comportan los padres con él














RESPUESTAS:

1.Estrategias que utiliza Ana para educar a Helen.- Ofrecer a Hellen -su alumna- la comida favorita cuando hace bien las casas y negarsela cuando no quiere realizar alguna actividad formativa propuesta.
2.Manera con que Anne hace uso, en ocasiones, de su autoridad.- Obliga a salir a los familiares de la habitación-comedor para poder ejercer su labor educadora, ya que estos dificultan demasiado su trabajo con críticas impertinentes al método que emplea.
3.Modo de proceder con que creen ayudar los padres a su hija.- Los padres de Hellen creen que el caso es irrecuperable y por eso de compadecen de la niña y le dan todo lo que pide. De esta forma logran continuar su vida normal en un ambiente de autoridad total paterna, según costumbre de la clase social y época.
4.Conductas de la niña a lo largo de la película.- Desde el primer día, la profesora -Anne- persevera en el esfuerzo de enseñar vocabulario a su alumna -Hellen- .Al principio no le servió de mucho porque la niña no descubría la utilidad del vocabulario... Hasta que un día, en vez de tarta quiso agua y la profesora le enseño la palabra
adecuada. Entonces se aprende que con las palabras puede comunicarse y cesa el comportamiento de rabieta que siempre había mantenido para conseguir lo que deseaba.
5.Relación de los padres con la maestra.- Los padres esperaban de la maestra un comportamiento de “cuidadora” y cuando esta inicia su labor educadora, es decir, no tolerar los comportamientos negativos de alumna y familia, le ofrecen la cuenta y la puerta... Sólo hasta el final, cuando obsevan el progreso, prorrogan su contrato, esta vez como MAESTRA (EDUCADORA Y PROFESORA DE LENGUA DE SIGNOS).
6.Analisis de los clichés, estereotipos e inercias que impiden el aprendizaje y la socialización de la niña.- Puede apreciarse el progreso de la niña cuando reside en la nueva “casa-colegio” y aprende más y mejor. En alguna ocasión en presencia de un niño de su edad, hijo de la servidumbre de raza negra, con quien nunca pudo relacionarse.
7.Observación sobre el personaje del hermano mayor de Helen.- El hermano mayor, para los padres, era el hijo perfecto, pero al excesiva autoridad paterna ridiculizadora le impedía el diálogo. Este chico también vivía en soledad interna, como su hermana.

Fdo: Antonio Trenado Ojeda

Anónimo dijo...

Tal y como sostienen los grandes pedagogos "Educar lleva su tiempo" y no todo el mundo sabe hacerlo en igual medida; unas veces, porque no se quiere emplear todo el tiempo que tan noble ocupaciòn requiere,y otras, porque sencillamente no se tiene la menor idea de còmo hacerlo bien; no obstante, y pese a que el esfuerzo sea grande, no lo va a ser menos la recompensa obtenida.
Al hilo de la reflexiòn anterior, diré que los personajes de la película me han parecido en este sentido de lo màs pertinentes, ya que entre ellos los había de todos los tipos recogidos en el pàrrafo precedente. En este sentido, la desconsideraciòn del padre es a todas luces escandalosa, ya que sòlo se preocupa de su propia comodidad y de que no haya grandes cambios en su vida que alteren su asentada posiciòn en su mundo; por otra parte, el personaje de la madre me parece muy conseguido en su complejidad, ya que ella sí està dispuesta a colaborar en el proceso de enseňanza-aprendizaje de su hija, pese a que frecuentemente se confunda y en no pocas ocasiones muestre su impericia ante un problema al que nunca podría ni sabría dar una soluciòn satisfactoria. Por todo ello, se me viene a la cabeza otra reflexiòn que muchos de los docentes compartimos: cuando un cirujano desempeňa su trabajo nadie le cuestiona su profesionalidad ni juzga si la tècnica empleada por èl es o no la correcta, lo mismo podríamos decir de un abogado o de otros muchos profesionales; sin embargo, en la nuestra el grado de intromisiòn por parte de personas ajenas a la misma, que se creen con autoridad para ello, resulta cada vez màs preocupante. Nos indica esto que se trata de una profesiòn infravalorada en la que, en no pocos casos, se cuestiona la profesionalidad de personas que se han sometido a una dura preparaciòn para acometer honestamente su trabajo. No quiero con ello decir que los padres no tengan que ocuparse y preocuparse por la educaciòn de sus vàstagos, ni mucho menos, sino que tendrían que fiarse màs de las pautas marcadas por el profesional en cuestiòn. En este sentido, resultan muy interesantes las escenas que resumen el largo y fatigoso recorrido que realiza la profesora hasta encontrarse con la pupila; sirven èstas para caracterizar al personaje como alguien que va a trabajar con denuedo y que no va a retroceder en absoluto ante los escollos que pueda encontrar en su viaje. De este modo, y pese a que la profesionalidad de Ana Sullivan se vea cuestionada constantemente por todos los miembros de la familia, la verdad sòlo tiene un camino y, finalmente, tanto la alumna como la profesora veràn recompensado su titànico esfuerzo.

Sixto Galàn Melo

Anónimo dijo...

Recordaba la película por la escena final, cuándo descubre la relación entre las palabras y las cosas.
Me resultó interesante volver a verla y las reflexiones que puede sugerir sobre el proceso de educación. Ya he visto exhaustivamente tratados estos temas en los comentarios de los compañeros, así que no los señalo.

Había pensado también lo adecuado de esta película para el tema de los niños salvajes, que suele verlo con la película de "El pequeño salvaje".


No creo poder aportar nada nuevo a lo que he visto que habéis ya trabajado.
enero 15, 2008

Anónimo dijo...

Una excelente pelicula, a mi juicio. Si hay algo destacable es la actitud de Ana, que con gran fortaleza y tras haber superado sus propias limitaciones, es capaz de captar el interés y conectar emocionalmente con la niña.
Ana logra defender sus posturas educativas o pedagógicas ante los padres, que viendo las incapacidades que presentaba su hija, tendían a consentirle y no limitar sus actuaciones.
En definitiva, una película que puede servir para todos aquellos que en mayor o menor medida se dedican a la educación , y concretamente, la denominada especial.
Ana Fátima Rodriguez G.

Unknown dijo...

En primer lugar mi enhorabuena al CPR y a los organizadores del curso por permitirnos hablar de Educación utilizando como excusa el cine.
En cuanto a la película, no creo que pueda aportar nada nuevo a lo que ya se ha dicho, eso tiene el tardar tanto en publicar mi opinión.
Aunque hay ciertas referencias al momento histórico en el que se desarrolla y a la sociedad de la época que nos permiten ubicar la acción, la película gira entorno a tres ejes.
Una familia que por amor y compasión es demasiado permisiva.
Una niña que se ha convertido en un animalillo y que como único medio de comunicación conoce la rabieta para conseguir lo que quiere.
y por último, La Maestra, que convencida en todo momento de la necesidad de comunicación de su alumna y que aunque a veces llega a desesperar y desconfiar de sus métodos, muestra tal "Paciencia" que logra su objetivo.
Quiero subrayar sobre todo la gran paciencia de la maestra en unos tiempos que tan a menudo se nos pone a prueba la nuestra.
María Vicenta Cabalgante Perera

Anónimo dijo...

La película me ha gustado y además me ha entretenido. Creo que es uno de esos pocos casos en que a través del cine se nos muestra como una educación basado en la firmeza de ideas llega a buen puerto. La institutriz lo hace genial. Menos mal que llegó a esa casa a poner orden en el caos mental que tenía esa niña. En nuestra práctica diaria como docentes también se demuestra que las ideas claras y normas fijas nos facilitan el trabajo y a los alumnos les beneficia en todo.

Anónimo dijo...

Ya han pasado algunas semanas desde que la vi.Parece que es un clásico, aunque yo, poco conocedora del cine, era la primera vez que oía hablar de ella.
Me gustó mucho. Y,claro, me hizo reflexionar.Disfruté viéndola por la tensión continua que suscita y los momentos de angustia y los cómicos entremezclados. ¿Cómo me puedo estar riendo cuando dos personas se están tumbando a golpes encerradas en un comedor? Pero la escena tiene su aquel....

Y en cuanto al análisis de los personajes, yo también veo tres partes:

Por un lado los padres. Sí, como ya se ha dicho en el blog, compasivos, sobreprotectores y rendidos ante la educación/doma de esa niña , que llaman como último recurso a una extraña para encargarse del asunto. Pagan a alguien para solucionar su problema.¿Cuál ha sido su papel en la educación de su hija? La madre se siente culpable de la minusvalía de la hija y la protege del padre que ya no puede más y quiere "hacerla desaparecer".
Ambos reciben a la profesora y sus métodos con mucho recelo y poca colaboración.

Por otro lado la profesora. Para empezar, ESPECIALISTA, no cualquiera vale.Dedicada exclusivamente a una única alumna, día y noche. Una adaptación curricular en toda regla.
Con ese "todo vale" para educar, que pasa por la agresividad(¡Uy si se nos ocurriera hoy en día a los docentes tocar a un alumno en cualquier sentido!),firmeza, paciencia, serveridad, constancia, y como no, cariño y contacto físico. Mucho. Vamos, lo que le deja la niña progresivamente.¿Qué cualidades tiene para ser especial?¿Es una maestra convencional? No. Tiene mucho carácter.Y está educando a más de uno de paso.A los padres y al hermano también.Y nunca dudó de su capacidad para enseñar a Ana, ni de su inteligencia. Pero sólo podría aprender lejos de los padres, aislada, sin su influencia y protección. Y así fue.

Y por último la niña(o la alumna)
Viendo sus comportamientos me acordaba de algunos niños de esos que lloran y patean en sitios públicos dejando en evidencia a sus padres que , para no llamar la atención, para no tener problemas ni quebraderos de cabeza, le dejan hacer, les dan de todo.Pensamos que actúan así porque no saben lo que hacen, porque no entienden.
Creo que todos somos demasiado protectores.

También me llamó la atención la jarra de agua sin romper en medio de la trifulca. Agua contenida, como símbolo del conocimiento, del lenguaje, que al final de la película sí fluye, igual que el lenguaje de la niña. Se rompe el huevo, se rompe la jarra.

Es una película muy bonita y me entraron ganas de ponerla a mis alumnos en la tutoría y comentarla, a ver si esa reflexión les ayudaba.Y probablemente lo haré antes de final de curso.
Creo que será muy útil.
Un saludo a los administradores y gracias por la paciencia.

Anónimo dijo...

En esta película lo que más me ha llamado la atención son las distintas actitudes hacia la discapacidad, que quedan recogidas con cada uno de los personajes:
Por una parte, tenemos a la madre, que quiere y tiene cierta fe en las posibilidades de su hija, pero que muestra una sobreprotección y compasión que dificulta su proceso de aprendizaje.
Por otra parte, tenemos al padre, que cree que lo máximo a lo que se puede aspirar respecto a la educación de Helen es un adiestramiento, más parecido a la educación que recibiría un perro que una persona.
En tercer lugar, tenemos al hermano, con una actitud de desprecio y falta de confianza total en las posibilidades de su hermana (condicionado por los celos que tiene por la atención que ella recibe).
Y por último, tenemos a la maestra, Ana Sullivan, que cree firmemente en las posibilidades de la niña, con la que mantiene un adecuado nivel de exigencias y la comprende mejor que nadie sin mostrar compasión, debido a su propia historia personal.

Elena López Parejo

manpimu dijo...

EL MILAGRO DE ANA SULLIVAN
Esta es una de esas películas de las que tanto has oído hablar, sobre todo entre docentes, y que tienes que ver, pero debo reconocer que me resultó un tanto decepcionante. La trama es demasiado simple, centrada exclusivamente en los frustrados intentos de educar a Ana, no veo más alicientes. Obviamente alumnos con un grado de discapacidad tan elevado no pueden integrarse en un aula normal y ya resulta, como dice el propio título, un “milagro” conseguir avances, que en el caso de Anne Sullivan, por lo que dice la entrada de los coordinadores resultan casi increíbles.
Varios compañeros hablaban de las excelencias de esta película y de lo gratificante que le resultaba ponerla a sus alumnos (en 1º de Bachillerato); yo, realmente, no la incluiría en un listado de las que proyectaría, primero por que creo que se puede hacer un mayor aprovechamiento de otras desde mi ámbito (las Ciencias Sociales) y también porque me temo que a los muchos chicos les acabaría aburriendo. Y es que eso de las pelis en blanco y negro a ellos les tira para atrás. Pero una sugerencia para combatir tan ignominiosa postura: que vean “El gran Dictador”, de Chaplin.
En fin, una película que destaca los logros de una maestra con una voluntad de hierro que no estará entre mis favoritas del ciclo, seguro
Saludos: Manuel Pimienta Muñiz

Anónimo dijo...

EL MILAGRO DE ANA SULLIVAN (Marisa Gil Burdallo)

La película me resultó bastante angustiosa, centrada en el logro de una maestra que consigue algo que la familia de una niña ciega y sorda no había conseguido, pese a los intentos: conseguir iniciar la comunicación. Muy difícil, lógicamente, la situación a que se tienen que enfrentar los padres, que no consiguen el más mínimo indicio de comunicación con la niña. Loable la actitud y empeño de la maestra, que pese a los reveses no tarda en recuperarse para lograr de Ana lo que nadie antes consiguió.
Insisto, una película angustiosa, espero que las otras cambien

Anónimo dijo...

Me gustaría destacar de la película los siguientes elementos de interés para los alumnos:

1.- Helen como niña salvaje. La principal diferencia entre el ser humano y los demás animales es el lenguaje.

“Crecí salvaje y desbocada, riendo y cacareando para expresar placer, pataleando, arañando, emitiendo los sofocados chillidos del sordomudo para indicar lo opuesto.”
Helen Keller, The story of my life.

Debido a su distanciamiento respecto a la capacidad del lenguaje y a la falta de una autoridad, Helen es una niña poco influida por la presión de la cultura, y ello puede resultar muy interesante para apreciar en ella comportamientos “naturales” y reflexionar acerca de cuál sería la conducta de los seres humanos si no hubiéramos sido educados dentro de una cultura.
Así, por ejemplo, Helen no es capaz de contener su rabia y su ira como haría un niño de su edad, lo cual nos puede hacer pensar que la cultura ejerce un gran control sobre la violencia de sus integrantes a edades muy tempranas. Al mismo tiempo, el hecho de que Helen sea del sexo femenino y manifieste tanta agresividad pone en tela de juicio la creencia extendida de que los varones son por naturaleza más agresivos que las mujeres. Pero como se trata de un solo caso sería un error hacer generalizaciones.
Pese a lo que podamos pensar en un principio, la cólera de Helen no viene producida por su estado de aislamiento. Hasta los cinco años, como indica su biografía, Helen había mostrado un estado de ánimo alegre pese a sus dificultades. Empezó a sufrir ataques de cólera a los cinco años, en el preciso momento en el que vino al mundo su hermana pequeña. Antes de la llegada de ésta, Helen era el centro de atención y la protagonista casi exclusiva de la familia. Con la aparición de su hermanita, Helen se vio desplazada de ese lugar privilegiado y percibió cómo el cariño de sus padres se centraba más en la recién llegada. Los celos hacia los hermanos recién nacidos son algo muy normal, y la reacción agresiva de Helen se puede decir que es la natural en estos casos. Su agresividad, sin embargo, no fue limitada ni coartada por sus padres, quizás por las dificultades para comunicarse con ella, quizás por la lástima que les producía el reñir y castigar a alguien en su estado.
En la película la vemos volcando la cuna con su hermana dentro y cómo sus padres, enfurecidos ante un acto tan grave, no son capaces de increparla o de regañarla de una manera contundente. También la vemos al principio de la película pelearse con la hija de una de las sirvientas de la casa, y todo lo que se hace para evitarlo es separarla de la muchacha. Del mismo modo, la veremos abofetear a su profesora nada más llegar, encerrarla cruelmente en su habitación, pincharla, romper ante ella un jarrón... La escena en la que su maestra le intenta enseñar a comer del plato es toda una muestra de la rabia incontrolable de Helen a la que nadie parece haber puesto nunca límites. Sus caprichos y deseos no han sido limitados por nadie. Cuando está conviviendo con Anna en la casita del puente, detectamos asimismo que el joven sirviente le tiene miedo por su agresividad. Helen parece, por tanto, ajena a las normas sociales, incluso a las más elementales. Es una niña mimada y sobreprote-gida hasta límites que en cualquier otro niño se verían como inconcebibles, y eso le permite hacer su voluntad, como si la cultura, la sociedad humana, con sus normas y exigencias, fuera algo extraño a ella.
Su maestra tomó buena nota de esa falta de autoridad en la vida de Helen, y decidió adoptar medidas al respecto. Ya que sus padres parecían incapaces para adoptar el papel de transmisores de normas y reglas de conducta, Anna optó por convertirse ella misma en esa figura de autoridad que le faltaba a Helen. Para hacerlo tuvo que convencer a los padres de la niña de que ellos mismos representaban el principal obstáculo en el proceso de educación de Helen. Si cuando ella la reñía su madre la premiaba, entonces Helen no podía aprender nunca nada. Debía separarla de la compasión enfermiza de sus padres durante un tiempo para comenzar su educación en serio. Y al llevarla a la casa del puente durante dos semanas, para vivir las dos solas, Helen se transformó radicalmente. Veamos como lo describe su maestra:

“La salvaje criaturilla de hace dos semanas se ha transformado en una dulce niña. Está sentada junto a mí mientras escribo, el rostro sereno y dichoso, tejiendo una larga cadena de lana roja. Aprendió a hacer punto esta semana, y está muy orgullosa de su logro. Cuando logró hacer una cadena que cruzaba toda la habitación, se palmeó el brazo y apoyó cariñosamente contra la mejilla la primera obra de sus manos. Ahora me permite besarla, y cuando está de buen talante se sienta un par de minutos en mi regazo; pero no me devuelve las caricias. El gran paso -el paso que cuenta- ya se ha dado. La pequeña salvaje ha aprendido su primera lección de obediencia, y el yugo le resulta leve. Ahora es mi grata tarea dirigir y modelar la bella inteligencia que comienza a asomar en su alma de niña.”
Anna Sullivan, Diario.

El salvajismo de Helen, su marginación cultural, se habría mantenido muchos más años, o habría permanecido indefinidamente, si Anna no hubiera aparecido. Es indudable en este punto la importancia del lenguaje como puerta para acceder al mundo humano, a la cultura. La cultura es mucho más que un conjunto de normas y leyes, la cultura son también valores, creencias, costumbres, actitudes, técnicas, una concepción de las relaciones sociales, de la familia, del trabajo, de la diversión, del sufrimiento, de la amistad, del amor, de la violencia, de la muerte, etc., y la única manera verdadera de acceder a todos esos ámbitos es el lenguaje. El lenguaje es la herramienta principal a través de la cual nos integramos en la sociedad en la que vivimos. Las culturas humanas se fundamentan en el lenguaje, de tal manera que si un niño no aprende algún tipo de lenguaje con el que comunicarse está quizás más cerca de la animalidad que de la humanidad, igual de integrado en la cultura que un animal doméstico.
El poder del lenguaje como instrumento de transmisión cultural, como instrumento educativo, es tal que, como hemos dicho antes, incluso la visión de la agresividad o del amor que tengamos queda mediatizada por las palabras. Es muy interesante a este respecto que Helen fuera tan agresiva y tan ajena al amor y al cariño que se le ofrecía hasta el preciso momento en el que aprendió el lenguaje, como si sólo a través de éste cobrarán sentido los sentimientos humanos. Sus estallidos de violencia desaparecieron en el mismo momento que comprendió la primera palabra. La propia Helen nos intenta explicar este fenómeno en su obra The Story of my life. El pasaje del libro que transcribimos a continuación hace referencia a la mañana del día en que alcanzaría sus primeras nociones del lenguaje:

“Quedé encantada al sentir los fragmentos de la muñeca rota a mis pies. Mi estallido de cólera no fue seguido por pena ni arrepentimiento. Yo no amaba esa muñeca. En el mundo silencioso y oscuro donde yo vivía no había sentimientos fuertes ni ternura.”
Helen Keller, The story of my life.

Vemos que Helen, en el estado semisalvaje en el que se mantuvo durante cinco años, se describe a sí misma como un ser carente de sentimientos propiamente humanos, que no siente remordimiento alguno por romper una muñeca. Pero ese mismo día, por la tarde, Helen adquirió el conocimiento de que todas las cosas tienen un nombre (tras la escena de la fuente), y su estado interior sufrió tal revolución que no podemos evitar recordar aquella pócima que transformaba al bondadoso Dr. Jekyll en el malvado Mr. Hyde. Aquí la pócima no es otra que la palabra “agua”, y el resultado es el contrario al de la novela de Stevenson: con esa primera palabra la “malvada” Helen se transformó en “buena”:

“Me fui de la fuente ansiosa tras aprender que todo tenía un nombre, y cada nombre engendraba un nuevo pensamiento. Mientras regresábamos a la casa, cada objeto que yo tocaba parecía temblar de vitalidad: era porque lo veía todo con la extraña y nueva visión que me había embargado. Al traspasar la puerta recordé la muñeca que había roto. Fui a tientas hasta el hogar y recogí los trozos. Traté en vano de ensamblarlos. Entonces mis ojos se llenaron de lágrimas, pues comprendí lo que había hecho, y por primera vez sentí arrepentimiento y pesar.”
Helen Keller, The story of my life.

Cada objeto que yo tocaba parecía temblar de vitalidad. Helen nos está diciendo que la realidad cobraba vida gracias al lenguaje, y utiliza la palabra “visión” para explicar lo que el lenguaje le proporcionó. Sólo el lenguaje le podía permitir “ver”; “ver” en el sentido de comprender el mundo humano, el mundo del bien y del mal, del amor y del dolor, del arrepentimiento y la esperanza. Los niños sordociegos están hambrientos de sonidos y colores, y el lenguaje es la forma más cercana que tienen de satisfacer esa hambre.
También Anna Sullivan se dio cuenta de que la adquisición del lenguaje supuso de inmediato para Helen la posibilidad de expresar sus sentimientos ante los demás y ante sí misma, y el dejar de lado esa agresividad animal que utilizaba siempre que se sentía presionada. Así, Anna escribe al día siguiente del “milagro”:

“Esta mañana Helen se levantó como una hada radiante. Ha volado de objeto en objeto, preguntando el nombre de todo y besándome de pura satisfacción. Anoche, cuando me acosté, se acurrucó contra mí sin que yo se lo pidiera y me besó por primera vez, y creí que mi corazón estallaría, tan colmado estaba de alegría.”
Anna Sullivan, Carta del 5 de abril de 1887.

Antes de la llegada de su maestra, los cinco años de su vida en los que vivió entre tinieblas, Helen llegó a crear hasta 60 signos diferentes (posturas, gestos, señas…) con los que comunicarse con su familia. Se puede decir que inventó un lenguaje muy rudimentario que quizás ningún animal es capaz de crear. Pero aunque su humanidad hacía esfuerzos denodados por surgir, si no hubiera adquirido un auténtico lenguaje se habría quedado siempre discriminada, apartada de la cultura. En la película, el personaje de Anna Sullivan lo expresa como nadie:

“Todo lo que el hombre piensa, siente y sabe lo expresa con palabras, y ellas disipan las tinieblas… Y yo sé, estoy segura, de que con una palabra conseguiría poner el mundo en tus manos. Y bien sabe Dios que no me conformaré con menos.”
Fragmento de la película El milagro de Anna Sullivan, de Arthur Penn.

2.- La carencia de la vista y el oído: la cárcel de Helen.

“¿Habéis estado alguna vez en el mar en medio de una densa niebla cuando parece que una bruma blanca y tangible nos encierra, y el gran buque, tenso y ansioso, avanza a tientas hacia la costa con plomada y sonda, y uno espera con el corazón palpitante a que algo suceda? Antes del comienzo de mi educación yo era como ese buque, sólo que no tenía brújula ni sonda, ni modo de saber a que distancia estaba el puerto.”
Helen Keller, The Story of my life.

La vista y el oído son los sentidos más apreciados por los seres humanos, y su carencia genera serias dificultades de adaptación. Una descripción de cómo es la vida de alguien que carece de esos dos sentidos no es fácil, pero la película trata de sumergirnos en ese mundo utilizando recursos narrativos y cinematográficos.
En primer lugar, la película está rodada en blanco y negro. Se trata además de un blanco y negro lúgubre en la mayoría de las escenas, acorde con la desesperación que se desprende de Helen y de todos los demás personajes (todos en algún momento se desesperan, incluida Anna). Muchas veces parece que es de noche aunque no lo podamos saber porque la escena se desarrolla en el interior de la casa, y cuando las imágenes son del exterior de la casa casi siempre da la sensación de que el cielo está encapotado y va a llover. Sólo en contados momentos la luz inunda la pantalla, una luz grisácea, una luminosidad inusitada que ayuda a reforzar la pequeña esperanza que parece existir de que Helen consiga cambiar de vida. Esa luz del sol, difuminada y borrosa, pero luz solar al fin y al cabo, sólo la veremos el día que Anna llega a Tuscumbia y, sobre todo, en las escenas campestres en las que la maestra hace que su alumna entre en contacto con la naturaleza: cuando sube a un árbol, o cuando badea un río, o cuando sostiene entre sus manos un huevo del que está a punto de salir un polluelo… Esas actividades, que a buen seguro Helen realiza por primera vez, están salpicadas por un sol que anuncia el milagro que sólo contemplaremos al final del filme.
Por otra parte, el renunciar al color parece la medida más adecuada, y no porque el blanco y negro consiga reflejar a la perfección la oscuridad y el silencio del mundo interior de Helen, sino más bien porque la utilización del color, con los continuos y variados estímulos que provoca en el espectador, desvirtuaría por completo la intención del director de que nos coloquemos en la mente de la niña e imaginemos -aunque sea sólo aproximadamente- cómo puede ser una vida en la que estuvieran ausentes los sentidos de la vista y el oído.
En ese afán que muestra el director porque nos situemos en la perspectiva de Helen, se compara en innumerables ocasiones su situación con una cárcel, y las metáforas del encierro y de la liberación de ese encierro están presentes desde el comienzo, cuando Helen se halla en su cuna y el médico que la atiende se muestra optimista ante la pronta recuperación de la niña:

Kate Keller.- Doctor, ¿se pondrá bien mi niña?
Médico.- Mañana por la mañana estará rompiendo otra vez los barrotes de la cuna.
Kate Keller.- ¿Hay algo que podamos hacer nosotros?
Capitán Keller.- Poner barrotes más fuertes, ¿eh?

Las palabras del Capitán Keller son proféticas: los barrotes serán mucho más fuertes porque Helen se queda sorda y ciega. A continuación la película encadena cuatro escenas que nos intentan describir lo que es esa cárcel en la que Helen vive y las esperanzas que tiene la niña de salir de ella.
1ª.- En una oscuridad inquietante, dentro de la mansión, la sombra de Helen avanza descendiendo por unas escaleras cuya balaustrada nos recuerda los barrotes de una cárcel. Vemos la sombra de ella completa, pero cuando aparece la niña de carne y hueso se elude la aparición de la cabeza, como viniendo a decir que Helen es más una sombra de ser humano que un ser humano.
2ª- En el siguiente plano nos encontramos a Helen fuera de su casa. La oscuridad de la anterior escena desaparece en parte aunque el cielo está gris. La niña ha salido de la cárcel de la mansión, pero en el exterior también le espera una cárcel inesperada. Vemos a Helen debatiéndose entre las sábanas tendidas para secar. Los muros de esta prisión metafórica son tan débiles, vistos desde la perspectiva del espectador, que nos conmueve pensar que Helen se encuentre atrapada de manera tan angustiosa entre ellos. Helen, demostrando su intención firme de luchar, de enfrentarse a sus limitaciones, es capaz de arrancar esas sábanas, pero enseguida se ve enredada por ellas y cae al suelo. Su madre acude a rescatarla, pero es un rescate inútil, e incluso podemos decir que los brazos de su madre representan, de un manera distinta, los mismos muros carcelarios. Las paredes que encierran a la niña no la abandonan, parecen endebles e inconsistentes pero siempre están ahí y sólo podrán ser eliminadas por alguien que sea capaz de entrar en su universo interior. El lenguaje será la única manera de liberarla de esa prisión de incomunicación e ignorancia.
3ª- Helen aparece reflejada en una bola del árbol de Navidad. La imagen vuelve a ser profundamente oscura. Su imagen está atrapada, encarcelada como ella, y la convexidad de la bola deforma la imagen de Helen. No es un ser humano normal. Helen coge la bola y la suelta, y ésta se hace añicos en el suelo: es un símbolo idóneo de su deseo de liberarse, de escapar de su jaula.
Por su desconocimiento del lenguaje Helen ignora por completo lo que es la Navidad, no puede acceder al mundo de la religión, al de las creencias en general, o al de las celebraciones, porque carece del lenguaje.
4ª.- En la siguiente escena la vemos andando por el campo, llevada por su curiosidad y su valentía, con un afán de enfrentarse al mundo. Se cae pero se levanta sin esperar a que su madre sobreprotectora la ayude y la compadezca. Como en la escena de las sábanas, observamos que el carácter de Helen es fuerte y decidido, y que quiere salir de su prisión, pero no puede hacerlo sola ni su familia es capaz de saber cómo ayudarla. Necesitará el auxilio de alguien que conozca el camino, necesitará atreverse a dar la mano para poder emerger, porque ella sola únicamente encontrará oscuridad. Ningún ser humano nace humano, necesitamos de la ayuda de otros para convertirnos en humanos.
Además de esas cuatro escenas la metáfora de la cárcel y de la liberación se repite a lo largo del filme y no sólo en referencia a Helen.
5ª.- Anna Sullivan representa por sí misma la posibilidad de que los milagros existan: era ciega y ahora ve. Este hecho, semejante a los milagros de los Evangelios, podría ser interpretado ingenuamente como: “antes vivía en una prisión y ahora no” o “antes era infeliz y ahora es feliz”. Pero la concepción de los milagros que aparece en el filme es muy distinta a la concepción bíblica: para la maestra, un milagro será ante todo el producto del esfuerzo y el trabajo (el título en inglés -The Miracle Worker- se puede traducir literalmente por “La trabajadora milagrosa”).
Volviendo a la metáfora de la cárcel, aun habiendo recuperado la vista, Anna se siente atrapada por sus recuerdos y también lucha por escapar. A través de varios flash-backs vemos a la maestra de Helen encerrada en aquel orfanato de su infancia, atrapada por las súplicas de su hermano inválido para que nunca le abandonara. Pero ella decidió ignorar a su hermano por su sueño de ir a la escuela. Este recuerdo la atormenta y es su cárcel particular. Sus gafas oscuras son un símbolo perfecto de esa contradicción en la que vive, de ese milagro a medias: aunque ha recuperado la vista, está obligada a ver la vida teñida con una oscuridad que no la abandona. “Cualquier luz me hiere los ojos”, afirma cuando el capitán Keller le dice que no le gusta hablar con una mujer que se esconde detrás de unas gafas oscuras. Esa luz representa la verdad implacable, el pasado que vuelve una y otra vez para atormentarla y remorderle la conciencia.
Algo parecido le pasa a Helen. Aunque de pronto recuperara la vista y el oído y pudiera disfrutar del placer de los colores y los sonidos, seguiría en el fondo sintiéndose atrapada, encerrada en un mundo de incomunicación, que puede ser quizás la cárcel más oscura que se puede imaginar. Una ceguera o una sordera son carencias terribles, pero tal vez es más terrible carecer de un lenguaje con el que comunicarse con los demás, o sentirse culpable por haber sido egoísta ante un hermano tullido.
6ª.-La primera escena en que Anna y Helen se conocen será una representación simbólica de los deseos de la niña. Aunque en un principio las dos parece que han hecho buenas migas porque Anna es una visita que le enseña nuevos juegos, Helen, en un acto perversamente calculado, encierra con llave a Anna en su habitación. Lo hace, claro está, para demostrar su inteligencia y su decisión de no someterse a los designios del primero que llega, en definitiva, para enseñarle a Anna que es ella la que manda. Pero también se esconde en esa “jugada” de Helen el deseo de que la nueva visitante comprenda lo que es estar encerrada, comprenda de alguna manera en qué mundo vive ella y pueda así ayudarla. Es una retorcida forma de pedir socorro. Orgullosa por su astucia, Helen esconde la llave de la habitación sin saber que Anna la está observando. La profesora comprende que lo que desea ardientemente Helen es que alguien encuentre la llave que pueda abrir la puerta que va de su mundo de incomunicación a ese otro mundo que intuye que existe, ese mundo de movimientos de labios al que ella no puede acceder.
Hay que señalar aquí, que Helen esconde la llave precisamente en la bomba de agua, en la fuente de donde más tarde saldrá esa agua que representará la llave con la que se abra al mundo de la cultura definitivamente.
7ª.- En la escena de acción más impactante de la película, Anna decide encerrar de verdad a Helen para enseñarle a comer de su plato y a doblar la servilleta. Cierra con llave todas las puertas del salón. Ahora es ella la que posee las llaves y va a utilizar la fuerza si hace falta para educar a Helen. Esta enseñanza, quizás, tiene algo de controvertido precisamente porque debe recurrir al encierro. Es una cárcel dentro de una cárcel. La educación se convierte a veces en eso y nos hace dudar acerca de si enseñar con la violencia y la represión produce efectos positivos en un niño. El caso de Helen es especial, desde luego, pues su rechazo a toda disciplina tal vez sólo se pueda combatir con una disciplina basada en el uso de la fuerza bruta. Anna consigue que Helen coma de su plato y doble la servilleta, pero también se da cuenta de la fragilidad de ese aprendizaje. Lo que se enseña a la fuerza se rechaza con fuerza. Después de esta demostración de poder por parte de Anna, ésta se convierte para Helen en una carcelera, en alguien que incrementa la sensación de opresión y asfixia que ya posee por su ceguera y su sordera.
Sólo al final de la película, cuando Helen “escapa” de su cárcel, se da cuenta del sentido que tenía esa violencia ejercida sobre ella. En una de las escenas más emotivas del filme le entrega a Anna las llaves de la casa y deletrea la palabra “maestra”. Ha comprendido que esa mujer insoportable que la obligaba a doblar servilletas no era una carcelera, sino precisamente la llave que iba a abrir las puertas de su cárcel particular.
8ª.- Anna llevará a Helen a una pequeña casa (el pabellón de caza) cercana a la mansión, una casa cercana en la que la influencia de los padres será nula. Se trata de otro encierro, de otra prisión. Pero con connotaciones distintas. En esta nueva casa ya no están los padres, que son quizás los principales carceleros de Helen, los que sin darse cuenta ponen más obstáculos (muchos más que la propia Helen o que sus discapacidades) para que la niña consiga escapar de su enclaustramiento. De hecho la casita es una cárcel con libertad condicional, un lugar del que pueden salir cuando les apetece. Anna la llevara de paseo a menudo, a conocer la naturaleza, apareciendo así los momentos más luminosos del filme, que, a través del rostro de Helen, nos transmiten una sensación de paz y sosiego que no existen en el resto de la cinta.
9ª.- Un polluelo sale del cascarón entre las manos de Helen. La alegría de la niña es evidente, y un primer plano deslumbrante nos descubre una sonrisa que nunca hubiéramos imaginado en la angustiada niña. Aparte de ayudarle este acontecimiento a comprender los misterios de la vida, ella no puede sino identificarse con ese polluelo, con una nueva vida que se abre paso. ¿Conseguirá ella romper su cascarón y salir fuera, al mundo humano de la cultura?
10ª.- Vemos a Helen, en una escena tétrica, con la cabeza cubierta por un velo negro. La niña sopla y el velo se mueve pero vuelve a caer sobre su rostro. Ese velo de viuda -otro símbolo del cautiverio de Helen- no representa su ceguera ni su sordera, sino su incapacidad para acceder al significado de esos signos que realiza con las manos. La escena se corresponde con uno de los momentos más dramáticos del filme: el plazo para tener a Helen recluida en la casita del puente se acaba y Anna no ha conseguido que ésta aprenda el lenguaje. Los padres de Helen están satisfechos con el “amaestramiento” de su hija. Sólo su profesora se da cuenta de que Helen continúa en su cárcel a pesar de haber aprendido a vestirse, peinarse y atarse los cordones de los zapatos. Ese velo no es más que un adorno de la muerte, el maquillaje de un cadáver, el embellecimiento de la fachada de una cárcel. Por eso Anna se desespera y le grita a Helen, le exige que aprenda de una vez. La niña, sorda y ciega, capta sin embargo la angustia de su profesora, aunque desconoce el motivo. Entre ellas continúa la incomunicación porque Helen no es capaz de comprender el mundo de las palabras, no es capaz de comprender el mundo humano.


3.- El proceso de aprendizaje del lenguaje.

“Ahora cuanto tengo que enseñarte cabe en una sola palabra: todo.”
Fragmento de la película El milagro de Anna Sullivan, de Arthur Penn.

Aunque El milagro de Anna Sullivan se centra ante todo en las dificultades que encuentra la protagonista, Helen, para aprender el lenguaje de los sordociegos, sólo podremos comprender adecuadamente esas dificultades si comparamos el proceso de aprendizaje del lenguaje para sordociegos con el proceso de aprendizaje del lenguaje oral, que es el que manejamos la mayoría. Por eso la película nos incita a conocer los mecanismos por los que el niño pequeño va adentrándose en el siempre fascinante mundo del lenguaje.
La construcción del lenguaje es un proceso continuo y complejo que no puede identificarse con un punto o hecho en especial. Desde que balbucean, pasando por sus primeras palabras, hasta que dicen frases elementales, los bebés protagonizan una aventura que ninguna otra especie en el mundo puede repetir: la construcción y desarrollo de un lenguaje con el que comunicarse con sus semejantes.
Podemos decir que esa aventura empieza ya en el vientre materno. Hacia los seis meses de gestación el feto desarrolla el oído interno, y hay evidencias que señalan que los bebés pueden identificar la voz de su madre (la más cercana) antes de su nacimiento. La experiencia lingüística intrauterina no es despreciable, pues también hay experimentos que demuestran que los niños recién nacidos succionan con más intensidad sus chupetes cuando son expuestos al idioma de sus progenitores que a otra lengua diferente.
Si ya en el vientre materno los humanos vamos aprendiendo algunas de las características del lenguaje hablado, desde el mismo momento del nacimiento captamos y nos impregnamos del “habla” que percibimos en nuestro ambiente: la entonación y la modulación de las distintas voces, la melodía, la cadencia, el acento, la pronunciación y, por supuesto, detectamos los fonemas a partir de su frecuencia y repetición. Luego, por imitación, los bebés comienzan a partir del tercer mes de vida a intentar reproducir esos sonidos y fonemas con la entonación y ritmo que son propios del lugar en donde viven. Se le habla al niño continuamente y se le repiten especialmente algunas palabras cargadas de significado (“mamá”, “papá”, “agua”…). Pero el niño en un primer momento no es capaz de entender los significados de esas palabras, y todos sus esfuerzos se concentran en tratar de imitar la voz humana que oye continuamente en su entorno. Es la etapa de balbuceo rudimentario (3-8 meses), en la cual, cuanto mayor sea la interacción con sus padres y otras personas de su entorno, el bebé realizará más y mejor la vocalización, el silabeo y en general incrementará su habilidad en el dominio de esa voz que puede emitir su aparato fonador. El niño juega con los sonidos, moldeándolos poco a poco con su laringe, con su boca, con su lengua, con sus dientes… Será ya capaz, por ejemplo, de repetir sílabas y acercarse a las palabras propiamente dichas: ma-ma-ma, pa-pa-pa, ta-ta-ta… La aprobación de ese juego por parte de los padres y su intervención en el propio juego (repitiendo los sonidos del niño y añadiendo otros), refuerza en la mente del niño la intuición de que esos sonidos son una forma de comunicación, una forma de establecer una relación con los otros seres humanos.
En la época del balbuceo mantienen conversaciones ininteligibles con los padres, incoherentes desde el punto de vista de la transmisión de información, pero lo importante no es sólo el contenido del lenguaje, sino también la forma: en este periodo del balbuceo el niño aprende que el lenguaje se basa en la alternancia entre dos interlocutores: mientras uno habla el otro escucha, y cuando el primero se calla es el turno del otro para hablar. El lenguaje no consiste sólo en saber decir palabras, sino también en saber cómo y cúando se dicen.
A partir de los 8-9 meses de vida, aproximadamente, el niño empieza a imitar con éxito los sonidos que escucha (sobre todo los que se repiten con insistencia), pero desconoce al principio la finalidad y el significado de los mismos. Sabrá decir “mamá”, o “papá”, o “agua”, pero ignorará que esos sonidos representan a personas o a objetos exteriores. Simplemente reproduce como un magnetófono, como un loro o un papagayo, los vocablos que ha oído tantas veces decir.
Con el discurrir de las semanas y tras un arduo entrenamiento con los sonidos que va produciendo, el niño dará un paso más allá, el más importante para la adquisición del lenguaje: gracias a las capacidades de su cerebro humano conseguirá un día asociar por fin uno de esos sonidos con un objeto o con una persona determinados: dirá, por ejemplo, “mamá” y esperará la aparición de su madre, o si ésta ya está presente, aguardará de ella algún gesto o algún sonido que reafirme la asociación palabra-persona. Entonces habrá dado un gran salto para acceder al mundo simbólico del lenguaje, al mundo humano.
Siempre hay que tener en cuenta que cada niño sigue un ritmo propio a la hora de aprender, y que la estimulación del entorno influye en ese ritmo, pero si todo se desarrolla normalmente, entre los 12 y los 15 meses, el niño pronunciará diez palabras aproximadamente y comprenderá unas cien (está mucho más capacitado para entender que para expresarse). La asociación de las palabras, de los sonidos que salen de su boca, con los objetos exteriores está ya conseguida, aunque quizás todavía por esta época llame “mamá” a mujeres diferentes a su madre.
A los 18 meses, más o menos, cuando su vocabulario oscile entre las cincuenta y las cien palabras, se producirá la denominada en Psicología “explosión lingüística”. Es el momento en el que el niño se atreve a juntar las palabras, primero de dos en dos, pero enseguida se desatará el él una pasión por explicarse y por recibir explicaciones acerca de todo, y este nuevo camino le llevará a un incremento notable de su vocabulario, de su pronunciación, y sobre todo, de su capacidad comunicativa con su entorno. En esta época ya no se tratará sólo de aprender palabras, sino de aprender las reglas gramaticales, las cuales le permitirán transmitir opiniones, ideas y sentimientos.




4.- El lenguaje para sordociegos.

“Esa mañana, después de llegar, mi maestra me condujo a la habitación y me dio una muñeca. La habían enviado los niños ciegos del Instituto Perkins y la había vestido Laura Bridgman, pero yo solo me enteré de esto más tarde. Cuando yo hube jugado un rato con la muñeca, la señorita Sullivan deletreó lentamente en mi mano la palabra “muñeca”. Ese juego con los dedos me interesó de inmediato e intenté imitarlo. Cuando al fin logré trazar correctamente las letras, estaba embargada de placer y orgullo infantil. Corrí a la planta baja para ver a mi madre, alcé la mano y tracé las letras: “m-u-ñ-e-c-a”. No sabía que estaba deletreando una palabra, ni siquiera que existían las palabras; solo movía las manos en una imitación simiesca. En los días que siguieron aprendí a deletrear inadvertidamente muchas palabras, entre ellas ‘alfiler’, ‘sombrero’, ‘gorra’ y algunos verbos como ‘sentarse’, ‘levantarse’ y ‘caminar’. Pero necesité varias semanas con mi maestra para comprender que todo tiene un nombre.”
Helen Keller, The Story of my life.

En el lenguaje para sordomudos se sustituyen los sonidos por la gesticulación de las manos y el movimiento del cuerpo. El aprendizaje del lenguaje para sordomudos, o el del lenguaje para sordociegos a través del tacto, que es el que aparece en el filme, sigue un camino similar al del aprendizaje del lenguaje oral, aunque con algunas diferencias. Nos centraremos en el lenguaje de signos para sordociegos, que tiene su origen en el lenguaje de signos para sordomudos pero con variaciones introducidas para facilitar la percepción táctil de los signos.
La diferencia principal con el lenguaje oral es que el lenguaje para sordociegos, en vez de centrarse en los sonidos, lo hace en las sensaciones táctiles. Helen no jugará con los sonidos de su voz (aunque años más tarde aprendió a hablar, como la mayoría de los sordos) sino con los movimientos de sus dedos, que tratarán de imitar el movimiento de los dedos de su profesora sobre la palma de su mano. Por lo demás, un bebé sordociego también pasa por una fase de “balbuceo rudimentario” en la que mueve los dedos sin mucho control y sin conseguir reproducir con exactitud los movimientos captados. Después le sigue una fase en la que el niño sordociego reproduce con precisión los signos de este lenguaje, pero sin comprender el significado de los mismos (como cuando en la película Helen deletrea palabras en la pata del perro). Llegaría un momento en el que el niño sordociego asociaría los signos y gestos que realiza con las manos a objetos exteriores.
Tanto en el niño sin carencias sensoriales como en el sordociego, el aprendizaje del lenguaje se consigue gracias a una mezcla del interés y curiosidad naturales del niño, y de la estimulación recibida del exterior. El proceso de adquisición de una lengua en los primeros años de vida se debe ver más como un juego atractivo y entretenido (con sus frustraciones y alegrías, desde luego), que como una enseñanza obligatoria que el niño rehúye. Existe por tanto una predisposición innata en los niños para aprender el lenguaje.
En el aprendizaje del lenguaje, la historia de Helen Keller añade un problema más, aparte de la carencia de dos sentidos tan importantes como la vista y el oído. El problema al que nos referimos es la edad de Helen. Con siete años Helen habría sobrepasado el denominado “periodo crítico” para el aprendizaje del lenguaje. Basándose en los casos de seres humanos que durante su infancia sufrieron una carencia -total o parcial- en la enseñanza del lenguaje, los psicolingüistas aseguran que si en los primeros cinco años de vida el niño no es sometido a ningún estímulo lingüístico, su capacidad para la adquisición posterior del lenguaje disminuirá de modo importante, y si la falta de estímulos se prolonga hasta los ocho años las posibilidades de aprender un lenguaje se ven reducidas casi a cero. Así, aunque la inteligencia de Helen con siete años es muy superior a la del niño de un año que está aprendiendo el lenguaje, sin embargo, su elevada edad podría representar más un obstáculo que una ventaja. La suerte de Helen es que hasta los 19 meses de edad llevó a cabo un aprendizaje normal del lenguaje, alcanzando según su madre la fase en la que asociaba palabras (como “agua”) con objetos. Ese mundo lingüístico elemental en el que Helen habitó por unos pocos meses permaneció latente en su memoria hasta el momento en el que Anna Sullivan volvió a introducir a Helen en el universo de las palabras.
La escena culminante de la película es aquella en la que Anna deletrea sobre la palma de la mano de Helen la palabra “agua”, y Helen siente el agua fresca de la fuente correr por sus manos al tiempo que se da cuenta de que “eso” que le recorre las manos tiene un nombre. La escena se produjo realmente, pero en este punto la película se toma una licencia respecto a la realidad.
Según nos cuentan tanto Anna Sullivan en su Diario, como la propia Helen Keller en su libro autobiográfico The story of my life, en aquel momento la niña deletreó la palabra “agua” con el lenguaje para sordociegos, y no hacen ninguna referencia a que Helen dijera palabra alguna en el lenguaje oral, cosa que sí ocurre en la película. En la escena del filme, Helen se queda petrificada ante la fuente porque reconoce por primera vez la posibilidad de referirse a los objetos exteriores con los signos que ha aprendido de su profesora. Pero en vez de decir la palabra “agua” mediante el lenguaje de signos, la niña recurre al lenguaje oral y pronuncia en un lenguaje infantil y con gran dificultad (como no puede ser de otra manera tras pasarse cinco años sin usar la voz) la palabra “agua”. La película utiliza este artificio como recurso dramático para remarcar más si cabe la intensidad emocional que sufre Helen en ese instante.
Olvidándonos de los hechos reales, centrémonos en lo que ocurre en la película y en lo que el director nos quiere decir con la escenificación que realiza de ese hecho crucial en la vida de Helen.
Cuando Helen pronuncia con su voz gutural la palabra “agua”, aquel mundo de sonidos de su más temprana infancia acude a su mente como un relámpago que la deja aturdida. En realidad, según el filme, Helen no comprende en ese momento por primera vez el significado de la palabra “agua”, sino que recuerda que en otro tiempo ya lo comprendió (gracias a otro tipo de lenguaje, el oral). De ahí su estupor, su inmenso asombro. En su mente acaba de realizar una fusión del lenguaje oral y el de signos, se acaba de dar cuenta de que los signos que realiza su maestra sobre la palma de su mano sirven para lo mismo que aquellos sonidos ahora recordados y que fueron olvidados tras la terrible enfermedad que la dejó en un mundo oscuro y silencioso. No podemos saber a ciencia cierta qué habría ocurrido con Helen si no hubiera sido educado los primeros 19 meses de vida en el lenguaje oral. ¿Habría aprendido sin dificultad el lenguaje de signos? ¿O habría presentado una incapacidad para adquirirlo? Tal vez por eso Arthur Penn, el director del filme, decidió incluir la voz de Helen, para recalcar la importancia de haber recibido una educación en el lenguaje durante el primer año y medio de vida. Desde luego la voz de Helen, con esa única palabra que pronuncia en el filme, es tan inesperada como sobrecogedora, y la intensidad dramática que consigue Arthur Penn con este añadido es sobresaliente.
Es interesante reseñar que según aparece recogido en el Diario de Anna Sullivan, la inteligencia de Helen le permitió en ese primer día de contacto con el lenguaje aprender más de treinta palabras (entre ellas varios verbos), y pasar en pocos días directamente a la fase de explosión lingüística en la que se unen palabras para tratar de formar oraciones. Una sola palabra era todo lo que necesitaba para entrar de lleno en el mundo de la comunicación; una sola palabra le bastó para darse cuenta de que podía romper todas las barreras que la separaban del resto de los seres humanos. Nadie mejor que ella misma para contárnoslo:

“Caminamos por el sendero hasta la fuente, atraídas por la fragancia de la madreselva que la cubría. Alguien extraía agua y mi maestra puso mi mano bajo el grifo. Mientras el chorro fresco me empapaba una mano, ella deletreó en la otra la palabra “agua”, primero despacio, después deprisa. Me quedé en silencio, fijando mi atención en el movimiento de sus dedos. De pronto tuve una borrosa conciencia, como de algo olvidado, el estremecimiento de un pensamiento que regresaba; y de algún modo se me reveló el misterio del lenguaje. Supe entonces que “a-g-u-a” significaba esa maravillosa frescura que rozaba la mano. Esa palabra viviente despertó mi alma, le dio luz, esperanza, alegría, la liberó. Aun había barreras, es verdad, pero barreras que podrían eliminarse con el tiempo.
Me fui de la fuente ansiosa tras aprender que todo tenía un nombre, y cada nombre engendraba un nuevo pensamiento. Mientras regresábamos a la casa, cada objeto que yo tocaba parecía temblar de vitalidad: era porque lo veía todo con la extraña y nueva visión que me había embargado. […]
Ese día aprendí muchas palabras y aún recuerdo cuáles eran; sé que “madre”, “padre”, “hermana” y “maestra” estaban entre ellas, palabras que harían florecer el mundo para mí […]. Habría sido difícil encontrar una niña más feliz que yo cuando me acosté. Al final de esa día memorable reviví las alegrías que me había traído, y por primera vez anhelé que llegara un nuevo día.”
Helen Keller, The story of my life.


5.- La educación de Helen. La alumna, la profesora y la familia. La violencia como instrumento educativo.

“El día mas importante que recuerdo en toda mi vida es el día que conocí a mi maestra, Anne Mansfield Sullivan. Me maravillo al pensar en los inconmensurables contrastes que había entre las dos vidas que reunió ese encuentro. Era el 3 de marzo de 1887, tres meses antes de que yo cumpliera los siete años.
En la tarde de ese día memorable, yo estaba en el porche, muda, expectante; la agitación de mi madre y los correteos por la casa me sugerían que estaba a punto de suceder algo inusitado, así que fui a la puerta y aguardé en la escalinata.”
Helen Keller, The story of my life.

En la película, la descripción que se hace de la educación de Helen es muy completa. Aparecen con claridad los tres protagonistas más importantes en el proceso educativo: el alumno, el maestro y la familia, y los sucesos que vamos contemplando a lo largo de la película nos introducen de lleno en los problemas que puede generar la educación de niños discapacitados y de los niños en general. En el filme observaremos cuatro posturas diferentes acerca de la educación de Helen: la de su padre, la de su madre, la de su hermano y la de su maestra. Veamos en detalle cada una de ellas:
1º.- El padre. La actitud del padre hacia el futuro de Helen es muy pesimista. Accede a los intentos de educación de la niña más por complacer a su esposa que por la convicción de que se pueda lograr algo. Piensa en definitiva que las dos únicas opciones respecto a Helen son aguantarla o internarla en un manicomio. El capitán Keller no ejerce de padre realmente, sino que su papel ante Helen y su otro hijo es el de soldado retirado, por ello equipara educación con disciplina, y no cree al principio que su hija pueda ser disciplinada. Su ingenuidad e ignorancia en los asuntos educativos queda al descubierto cuando afirma categóricamente: “¡Ciega! ¡Cómo es posible esperar que una ciega llegue a enseñar a otra!”. Durante toda la película no podemos dejar de tener la sensación de que el auténtico ciego es él y de que desconoce sus auténticos sentimientos hacia su hija. Cuando echa en cara a Anna sus duros métodos de enseñanza le pregunta con recelo: “Señorita, ¿no quiere usted a la niña?”. “¿Y usted?”, le replica Anna. En ese momento el capitán se queda mudo porque en realidad nunca se había hecho esa pregunta y no estaba preparado para responderla. De hecho, su principal preocupación respecto a Helen es cómo conseguir que la niña no le moleste:

(Cuando Helen tira todos sus papeles del trabajo al suelo): “Trabajaría mejor en un gallinero que en esta casa.”
(Cuando Helen recorre la mesa cogiendo con la mano de todos los platos de los comensales, y Anna Sullivan no cede ante los intentos de la niña por coger también de su plato): “Déjela por esta vez, es la única manera de que podamos conversar en la mesa.”

Al ver los progresos en la conducta de su hija manifiesta su asombro y elogia la labor de Anna como si ésta estuviera educando a un perro en vez de a un ser humano:

Capitán Keller.- Estamos más que satisfechos. Le ha enseñado a hacer cosas, a ser dócil, manejable, aseada.
Anna Sullivan.- ¿Aseada?
Capitán Keller.- Y nosotros decimos que el aseo está cerca de la perfección.
Anna Sullivan.- El aseo no está cerca de nada.

Las contestaciones descaradas de Anna, así como sus ideas avanzadas y su carácter van cambiando paulatinamente la mentalidad de este viejo soldado hasta hacerle llegar incluso a tener esperanzas en lo que puede dar de sí la educación de Helen. También él ha sido enseñado por Anna, y hacia el final de la película no le importa reconocer que Anna ha conseguido lo que él fue incapaz de conseguir.

Anna.- Sólo le he enseñado una cosa: No. No hagas esto, no hagas lo otro…
Capitán Keller.- Menos le enseñamos nosotros durante años.

La pregunta de Anna -¿quiere usted a su hija?-, queda respondida en el instante en el que Helen tiene su éxtasis lingüístico. En ese momento el capitán Keller ejerce por primera vez como padre y abraza y besa tiernamente a su hija. No cabe duda de que la quiere, pero como ocurría en el caso de la propia Helen, podemos preguntarnos: ¿habría conseguido conocer sus sentimientos y expresarlos sin la aparición de Anna Sullivan?
2º.- La madre. Kate es la que pone el punto optimista acerca de las posibilidades de Helen, pero quizás es igual de ignorante que su marido respecto a los caminos que pueden llevar a su hija a tener una vida más humana. Al principio de la película cifra todas sus esperanzas de que así ocurra en el hecho de que Helen pueda volver a ver u oír. Vive con una gran tristeza la incapacidad de su hija para comuni-carse, pero desconoce que existe un camino para ello:

(Cuando Helen tira a su hermana de la cuna): “¡Helen! ¡No debes hacer esas cosas, Helen! ¡Cómo podría hacerte comprender! ¡Cómo podría meterte esa idea en la cabeza! […] No sé qué hacer, ¿cómo voy a enseñarle, pegándole hasta que le salgan cardenales?”.

La relación que mantiene con Helen se mueve por un camino bastante tortuoso. Si su marido identifica educación con disciplina, ella identifica educación con amor. Insiste continuamente en esa idea, pero es una idea con una doble cara. Por un lado el amor es la fuerza positiva que le hace perseverar en la creencia de que su hija puede tener un futuro mejor, fuerza de la que carecen tanto su marido como su hijastro. Ese amor es el que la lleva de inmediato a querer aprender el lenguaje que Anna Sullivan quiere enseñar a su hija. Y aunque esa enseñanza es pintada por la maestra como utópica, la madre de Helen no desfallece:

Kate Keller.- ¿Cuándo aprenderá?
Anna Sullivan.- Quizás dentro de un millón de palabras. […]
Kate Keller.- Lo que me gustaría es aprender también esas letras, señorita.
Anna Sullivan.- Mañana empezaré a enseñárselas, así nos tocará medio millón a cada una.

Pero, por otro lado, su amor tiende a transformarse con facilidad en compasión, que es una forma de amor insincera que dificulta y obstaculiza que una relación avance, provocando un distanciamiento afectivo hacia la persona sobre la que recae esa compasión. La compasión es un tipo de amor que consigue mantener la conciencia tranquila pero el corazón vacío. Inmediatamente después del diálogo referido más arriba, Helen pincha con una aguja a su maestra, y se refugia en las faldas de su madre. Ésta reacciona dándole una golosina. ¿Es eso amor? ¿Es ésa la fuerza positiva que ayudará a Helen en su proceso educativo? Anna Sullivan le enseñará a Kate Keller que con compasión Helen nunca aprenderá nada de nada.

“Señora Keller, la ceguera o la sordera no el peor mal para Helen, es el cariño de ustedes y su compasión. Entre todos la han criado como a un perrillo faldero, pero incluso a los perros se les educa.”

La madre de Helen no puede evitar caer una y otra vez en esa deformación amorosa que es la compasión. Cuando la niña se encuentra aislada con Anna en la casa del puente acude con la intención de rescatar a su hija de “las garras” de su maestra, y lo hace inconscientemente, llevada por su idea fija de que antes que disciplina o lenguaje, lo que Helen necesita es estar en brazos de su madre. Cuando le solicita a Anna que le deje llevar a su hija de paseo, la maestra sabe bien que lo que se esconde detrás de esa solicitud no es más que la incapacidad de una madre para aceptar que el amor no lo es todo en el ámbito de la educación, aunque desde luego Anna nunca olvida que es una parte muy importante:

Kate Keller.- ¡Cuánto le ha enseñado usted en esta semana!
Anna Sullivan.- No es suficiente, con obedecer no basta.
Kate Keller.- ¿Podría llevarla conmigo a dar un paseo esta tarde?
[…]
Anna Sullivan.- Deletree. Deletree. Si ella aprendiera a hablar, tendrían tantas cosas que contarse…

3.º- El hermano. La apuesta educativa del hermanastro de Helen es nula, pues su relación con ésta está teñida por unos celos que no pasan inadvertidos. Del mismo modo que Helen odia a su hermana recién llegada por haberle quitado protagonismo, hay que reconocer que James, pese a ser un adulto, da muestras continuas de aversión hacia Helen, quizás también por la misma razón: nadie le hace caso, la única protagonista es Helen; sus padres desean que Helen hable y que él se calle; ¿puede haber algo más ofensivo? Por eso va a despreciar a su hermanastra y cualquier intento encaminado a que la niña pueda ser feliz. Casi todo lo que dice su personaje en la película es un continuo ataque contra Helen: “Debería recluirla, padre”. “Es una penosa inutilidad. Ni siquiera sabe ir limpia. No resulta agradable verla siempre aquí”. “¿Averiguando si es mala? Pues lo es”. “Es como un mono, lo imita todo”. “Sus modales en la mesa es lo mejor que tiene”. Su cinismo respecto a lo que se debe hacer con su hermana llega a la culminación al conversar con Anna:

Anna Sullivan.- Cuento con Helen, esa cabecita se está muriendo por saber.
James Keller.- ¿Saber qué?
Anna Sullivan.- Lo que sea. Hasta la cosa más pequeña que Dios ha creado. Tengo que aprovechar ese afán de saber.
James Keller.- Tal vez ella le enseñe a usted.
Anna Sullivan.- ¿En qué sentido?
James Keller.- Que no tiene tal afán, y que existe todo eso que se llama desaliento, resignación y abandono. Tarde o temprano todos nos rendimos, ¿verdad?
Anna Sullivan.- Tal vez lo hagan ustedes. Así concibo yo el pecado original.
James Keller.- ¿Cómo?
Anna Sullivan.- Rindiéndose.
James Keller.- Usted no llegará hasta su corazón. ¿Por qué no la deja en paz y le tiene un poco de compasión por ser como es?
Anna Sullivan.- Si alguna vez hubiera pensado así me hubiera muerto.
James Keller.- Se morirá igual. ¿Por qué preocuparse? ¿O es que también me quiere dar lecciones a mí?

Desde luego la compasión de la que habla James esconde un solo deseo: deshacerse de Helen. Piensa que así él será el protagonista y que su padre le escuchará por fin. Sin embargo, Anna le dará una importante lección, como al resto de la familia. En su caso, James aprenderá de Anna que sus celos respecto a Helen están causados por la indiferencia de su padre, por la incapacidad de éste para escuchar otra voz que no sea la suya propia. Descubre que a su padre no le importan ni él, ni Helen, sino sólo él mismo. Por eso en el último momento, James apoyará la labor educativa de Anna y se atreverá a decirle a su padre la verdad: nunca escucha a nadie, nunca le escucha a él, y él no es sordomudo como su hermana. En el mismo instante en el que se enfrenta a su padre desaparecen los celos hacia Helen y desea de verdad que su hermana pueda conseguir una vida mejor que la que tiene.
4º.- La maestra. La labor pedagógica de Anna no se limita a tratar de enseñar a Helen unas normas de conducta y el lenguaje, que ya de por sí suponen un trabajo agotador. Desde un primer momento se da cuenta de que su función de educadora se debe extender a toda la familia Keller: toda la familia debe ser reeducada, deben cambiar su visión sobre la niña. Sus padres y su hermano han fabricado a la Helen que han querido: una niña inválida a la que se le permite todo porque es mucho más cómodo que amarla de verdad y esforzarse por comprenderla y educarla. Helen, a su vez, se ha aprovechado de ello todo lo que ha podido, aunque sin saberlo lo ha hecho en su propio detrimento. La educación de la niña está viciada, corrompida por la compasión, los celos, la ignorancia, la dejadez, la inercia… La única forma de romper rápidamente con ese mundo es de forma brusca, radical, revelando a todos la verdad con brutalidad. Y Anna tiene el carácter adecuado para ello:

Kate Keller.- Señorita Anna. Todavía no conoce usted bien a la niña. Ella…
Anna Sullivan.- Conozco muy bien lo que es una vulgar rabieta y una chiquilla malcriada.
Capitán Keller.- La comprendería usted mejor si pudiera sentir un poco de compasión.
Anna Sullivan.- ¿Compasión? ¿Por esa déspota? Todos están pendientes de sus caprichos. ¿Hay algo que ella quiera y no consiga? ¿Sabe en qué la compadezco? En que el sol no lucirá para ella en toda su vida aunque ustedes le digan lo contrario. ¿De qué le servirá su compasión cuando a usted le cubra la tierra?
Kate Keller.- Señorita Anna, de nada sirve perder los estribos.
Anna Sullivan.- Sí, eso es muy cómodo. Cuesta menos tenerle compasión que enseñarle algo mejor, ¿verdad?

Después de este diálogo vendrá la escena de la pelea agotadora entre alumna y profesora, escena que seguramente hoy se contempla por la timorata sociedad actual como políticamente incorrecta pero que está cargada de lógica y necesidad. Si Anna no se impone físicamente a la niña, si no la vence en un cuerpo a cuerpo, ésta nunca permitirá un acercamiento de la maestra, en ningún sentido. Helen sabe que su principal arma para conseguir lo que quiere son sus rabietas inaguantables, la utilización de su físico para desmoralizar al contrario, para someterlo y esclavizarlo. Es difícil pegar a un niño, aunque se lo merezca, y más difícil es hacerlo si ese niño es sordo y ciego y tenemos serias dudas acerca de si comprende la finalidad del castigo físico. Tanto se ha aprovechado Helen de este recurso que ya sólo le basta con iniciar un acceso violento para que enseguida se la calme con caramelos o satisfaciendo en el acto cualquiera de sus deseos. La utilización de la persuasión para calmarla, a través del diálogo, carece de fuerza en su caso puesto que no puede comunicarse, no puede entender el lenguaje. Así que la familia ha acordado tácita-mente someterse a sus caprichos: no conocen otra manera de actuar que humillarse ante una chiquilla de siete años. Por eso la violencia de Anna parece inevitable y necesaria, porque sólo de esa manera expeditiva puede acabar con cinco años de perversión educativa. Lo lamentable quizás no es tener que pegar una torta a un niño, sino haber tardado cinco años en hacerlo.
La lucha educativa de Anna no cesa hasta el final mismo de la película. Después de su estancia de dos semanas en la casa del puente, Helen muestra tales adelantos en su disciplina que la familia se encuentra satisfecha con la maestra, aunque ésta en realidad se siente derrotada porque no ha conseguido enseñar a la niña que todas las cosas tienen un nombre. Sabe que la obediencia sin comprensión no sirve de nada, pero no ha tirado la toalla ni mucho menos. Cuando se sientan a la mesa a comer, Helen trata de rebelarse de nuevo, tirando su servilleta y comenzando una de sus famosas rabietas. Sus padres enseguida se rinden, disponiéndose de nuevo a seguir la voluntad de la niña; los espectadores mismos estamos cansados, percibimos lo agotador de imponerse sobre Helen a cada minuto, a cada segundo… ¿Los esfuerzos educativos no han servido de nada?
Sólo Anna parece consciente de lo que es educar a una niña sordociega, de lo que es dedicarse en cuerpo y alma a esa tarea… Pero la maestra se va a encontrar con un inesperado aliado: James, el hermanastro de Helen, que, a pesar de los celos, es el que con más atención ha escuchado a Anna y ha comprendido que existe de verdad un camino por el que no solo Helen, sino toda la familia, puede tener una vida mejor.
Anna vuelve a tomar las riendas de la situación, intenta llevar a la niña fuera de la casa para que rellene una jarra de agua cuyo contenido Helen se lo ha arrojado al rostro. Se trata de nuevo de separarla de una familia que vuelve a sus vicios educativos de la compasión y de la claudicación. Cuando el padre está a punto de ir detrás de las dos para perpetuar sus prejuicios educativos, James Keller se interpone y se enfrenta por primera vez a su progenitor: “¡Ella tiene razón!”. Este acto es más heroico de lo que parece, pues no sólo va a permitir que Helen aprenda casualmente sus primeras palabras en unos minutos, sino que representa por fin el hecho de que la familia está en vías de aprender, en vías de sufrir una revolución interior semejante a la que va a sufrir Helen. Podemos decir que el director de la película, Arthur Penn, no da ninguna puntada sin hilo, y que con ese acto de James quiere dejar clara la importancia que la familia debe jugar en el proceso educativo. La película no trata de denigrar a la familia Keller describiéndola como elemento pedagógico del que haya que prescindir, sino que en todo momento los familiares de Helen deben jugar un papel crucial, pero es un papel para el que también se requiere un aprendizaje. El mensaje está claro: la familia no debe ser eliminada, debe ser educada también, debe aprender a tratar a Helen de otra manera, como a un ser humano y no como a un perro faldero. Y tratar a un ser humano como tal no significa tenerle compasión o permitirle hacer todo lo que quiera.
Diego Calleja

¿Dónde estamos?


Ver CPR de Badajoz en un mapa más grande